100 años de la carretera libre Manzanillo-Colima



Aunque hoy ya hay autopista, sigue en uso por transportistas y pobladores

Por muchos años la comunicación del puerto de Manzanillo con el resto de la región fue muy deficiente, por lo que se puede decir que esta era una población un tanto aislada, a excepción de la vía marítima, pues la actividad marítima es la razón de ser del puerto colimense y sus otras vocaciones vinieron a desarrollarse después.
OTRORA, TIEMPOS DIFÍCILES
Para poder llegar desde otras partes del estado, al llegar a Armería se iniciaba una especie de selva -conocida por algunos como la selva de Coalata- la cual era casi impenetrable, con senderos malhechos, lodosos o pantanosos, que iban bordeando la laguna, pero que muchas de las veces, al haber crecidas de nivel del vaso lacustre, también el rústico camino se veía totalmente anegado y borrado y entonces se tenía que hacer camino al andar.
De manera que los pocos viajeros que se aventuraban a hacer esta ruta tenían que llevar machete y de preferencia botas altas, pues en el pasaje había culebras, caimanes, insectos de toda clase, los temidos alacranes, y también zancudos y jejenes. Las cosas mejoraron un poco con el Vapor Colima atravesando la laguna desde Paso del Río a Manzanillo y viceversa, y posteriormente los ferrocarriles, primero el de vía angosta que enlazaba con Colima y finalmente el porfirista, entre Manzanillo y Guadalajara.
EL PRIMER CAMINO
El primer antecedente de un camino que comunicara a la costa, el Puerto de Salagua y Santiago de Buena Esperanza, con la principal ciudad del territorio, la Villa de Colima, lo encontramos el 17 de marzo de 1540, cuando el Virrey Antonio de Mendoza, después de recorrer la costa y la Villa de Colima, ordenó la construcción del Camino Real de Colima. Posteriormente, ya en 1869, el 21 de enero, se terminó el camino para carretas y diligencias entre Manzanillo y Guadalajara, con excepción de las barrancas de Atenquique y Beltrán.
El Camino Real de Colima fue durante casi tres siglos la principal vía de comunicación de la Provincia de Colima con el interior de la república mexicana. Hace dos siglos se llegó a estimar un movimiento anual de mil cargas en su mayoría procedentes del puerto de Manzanillo. Su trazo casi coincide con la actual carretera federal por vía corta.
LOS VEHÍCULOS MOTORIZADOS, EN VEZ DE BESTIAS O CARRETAS
El 16 de noviembre de 1908, ya siendo México independiente y en plena etapa porfirista, por esta misma vía llegó a la ciudad de Colima, procedente de Manzanillo, el primer automóvil que se vio y circuló por estos lares, que era propiedad del Coronel Edgar K. Smoot, ingeniero a cargo de las obras del puerto, el cual, por cierto, era manejado por un chofer de raza negra, que trabajaba para él.
En diciembre de 1923, hace noventa y nueve años, el Gobierno del Estado de Colima nombró a una comisión para hacer el trazado y construcción de la carretera desde Colima hasta Manzanillo, pasando por Cuyutlán, la cual fue presidida por el Ing. Daniel Inda, siendo el tesorero Nicasio Barreto, y Enrique Ceballos.
Siendo Gobernador el Dr. Gerardo Hurtado Suárez allá por 1924, atendiendo al entusiasmo de los colimenses, éste integró con los mencionados ingenieros Inda, Barreto y Ceballos, que también eran entusiastas automovilistas, la Junta Pro-Construcción de la tal cinta asfáltica, así que, trabajando con pico y pala a falta de maquinaria, pero sí mucho entusiasmo y tenacidad, pronto hubo comunicación terrestre para vehículos de ruedas entre la ciudad de Colima y Cuyutlán.
TIEMPOS DEL GENERAL CÁRDENAS
El obstáculo mayor fue el puente sobre el río Armería, que se construía cada año con chiquihuites rellenados de piedra, que servían como sostén para la colocación de vigas de palma, las cuales se quitaban apresuradamente con la caída de las primeras lluvias.
A esta actividad se le dio mayor impulso a raíz de la presidencia del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, quien gobernó a México del primero de diciembre de 1934 hasta el 31 de agosto de 1945, período en el que se hicieron muchas obras que modernizaron a Manzanillo, y completaron el paquete de obras que se habían hecho previamente, en el régimen porfirista; en esta época era Gobernador del Estado el Coronel Miguel G. Santana.
El general Cárdenas comenzó a llevar a cabo diversas obras de infraestructura de carreteras a lo largo y ancho del país. Desde el centro de la República se tuvo un particular interés por la carretera que llegaba desde México a Manzanillo, pues el general Cárdenas era originario del estado de Michoacán.
UN PUERTO CRECIENDO EN IMPORTANCIA
A pesar de que Colima siempre se mantuvo un tanto a la zaga de las transformaciones hacia la modernidad que asumió en aquella época el país, la construcción de la carretera a Manzanillo y, con ella, la construcción de otras tantas de menor interés, fueron justificadas por la importancia que había adquirido el puerto de Manzanillo.
Uno de los primeros cambios en el estado fue la modernización del transporte y la mejora de los medios de comunicación terrestre. La Colima de los años cincuenta vio la modernidad sobre todo a través de sus carreteras, ampliadas y petrolizadas, y de las nuevas vías de conexión con los municipios circundantes.
Una detallada descripción documentada en el acta de recepción de la inauguración del camino Colima-Coquimatlán, ejemplifica la situación: “El acceso por Atentique era un acceso minero, peligroso, lento, de tránsito imposible para vehículos de carga”. El 25 de marzo de 1955 es localizada y modernizada la brecha que une a Ixtlahuacán y Tamala con la carretera Colima a Manzanillo.
Estas obras facilitaron la comunicación terrestre con las poblaciones vecinas y un mayor flujo comercial entre ellas. Habituados al transporte en mulas, a la escasa comunicación terrestre, los caminos se convertían en brechas intransitables en época de lluvias, carentes de petrolización y, sobre todo, fueron de gran beneficio para el Puerto de Manzanillo, pues la carga, aparte de movilizarse en barco y tren, como se hacía tradicionalmente, ahora podía hacerse de un tercer modo, que fue el carretero, entrando en acción poco después los thortons y los tráileres y fulles, los cuales se valieron del invento del contenedor tipo TEU, que vino a revolución el transporte de mercancías.