Hace 47 años, en 1975, un joven de nombre Ramón Medina Archundia, quien trabajaba en un taller al lado del Teatro México, local donde se presentaban espectáculos de diferentes tipos y que era propiedad de Don Alfredo Cruz Torres, viendo que en los árboles al lado del mencionado taller había frutos que gustaban de comer las iguanas, y por lo tanto estas acudían en buen número, pero al mismo tiempo, la gente las mataba por diversión o para comérselas, decidió empezar a protegerlas.
ATRACTIVO TURÍSTICO IMPERDIBLE EN EL CENTRO DE MANZANILLO
Así fue como entre septiembre y octubre de ese año empezó una labor que dio lugar a lo que hoy es el Iguanario Archundia de Manzanillo, una reserva natural reconocida, donde se preserva la vida de alrededor de cerca de mil iguanas y otros animales. El conocido sitio, que se ha convertido en un atractivo turístico, se ubica en la Calle 21 de marzo No. 521, Colonia Centro, al costado de los canales de la Unidad Padre Hidalgo y el Club de Leones.
Actualmente, aparte de las iguanas, se resguardan dentro jabalíes, queleles, tejones, mapaches, serpientes y otros animales. Inicialmente era un sitio anónimo, pero poco a poco, de boca en boca, se fue haciendo popular, lo cual fue más notorio en la segunda mitad de los noventa. Con el advenimiento de las redes sociales, su fama traspasó fronteras, y se hizo un lugar de visita obligada en Manzanillo.

Actualmente hay alrededor de novecientos ejemplares de estos hermosos reptiles en la reserva aledaña a los canales de la Unidad Padre Hidalgo.
ESTUVO A PUNTO DE DESAPARECER, PERO LOS MANZANILLENSES LO DEFENDIERON
El 5 de octubre de 2015, sin embargo, se presentaron de improviso al lugar doce trabajadores de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa), intentando decomisar los animales del refugio Iguanario Archundia, administrada por Ramón Medina Archundia; pero los ciudadanos porteños, alertados del hecho, incluidos niños, mujeres y personas de la tercera edad, lo impidieron, bloqueando la salida de las camionetas de la dependencia, y finalmente bajando de ellas los animales que se pensaban trasladar al zoológico El Palapo, los cuales ya estaban encerrados en jaulas.
Entre los animales que ya se llevaban se encontraban dos tejones, dos jabalíes, seis mapaches, dos boas, dos pericos guayaberos, dos tarántulas, un caracará y doce crías de iguana por no acreditarse su pertenencia legal; también intentaron llevarse palomas y un conejo. Incluso intentaron detener a los encargados del Iguanario.
Los vecinos, enfurecidos ante tal medida, retuvieron a seis inspectores de la dependencia federal, hasta que fueron liberados por la Secretaría de Marina. Fueron cerca de ciento cincuenta manzanillenses los que acudieron a impedir que se hiciera el decomiso, entre ellos vecinos y pescadores.

Al Iguanario acuden de forma frecuente de muchos planteles escolares, desde nivel básico hasta profesional, para tener conferencias, visitas guiadas y jornadas de limpieza.
UNA UNIDAD DE MANEJO AMBIENTAL (UMA) ADMIRABLE
Inmediatamente empezaron los trámites para legalizar la existencia del Iguanario, y con el apoyo de las autoridades, como fue el caso de Gabriela Benavides y Nabor Ochoa, 11 de agosto del 2016 se logra por fin conseguir el registrodel Iguanario de Manzanillo como una Unidad de Manejo Ambiental (UMA), debidamente certificada ante la Semarnat, documento que entregó personalmente el Lic. Nabor Ochoa López.
El 6 de mayo del 2017, al reconocérsele su labor desinteresada en pro de la conservación del medio ambiente y la fauna, su fundador y director, Ramón Medina Archundia, fue nombrado Ciudadano Del Año en Manzanillo, entregándosele la presea al mérito ciudadano “Cap. Leoncio Ucha Mora” por parte del cabildo de Manzanillo, en una ceremonia oficial, donde recibió el aplauso unánime de la ciudadanía, reconociéndole sus méritos innegables, en el marco de las Fiestas de Mayo.
El 15 de febrero de 2018, lamentablemente el Iguanario volvió a ser notica, pero esta vez por algo negativo, ya que los ladrones entraron al Iguanario y robaron un tanque de gas, diversos suvenires y una boa de dos metros de largo, que fue lo que más pesó a los encargados de este lugar, por el gran amor que le tienen a los especímenes que cuidan y protegen. No se logró recuperar nada de lo hurtado.

Algunos ejemplares que viven dentro de la Unidad de Manejo son extremadamente grandes, por lo que causan admiración entre los visitantes.
RECONOCIMIENTO GENERALIZADO Y RECOMENDACIÓN DE BOCA EN BOCA
Sin embargo, el reconocimiento popular aumenta, pues las escuelas de todos los niveles hacen visitas para tener recorridos guiados; también tienen jornadas de limpieza del lugar y los canales aledaños y reciben conferencias sobre el medio ambiente y vida silvestre dentro de sus instalaciones. Para las visitas, ir a este lugar es algo obligado, pues conocen de antemano por las agencias y guías de turistas, que es un lugar que no pueden dejar de conocer. Actualmente, hay ocasiones en que el Iguanario llega a recibir en un solo día más de 200 visitas.
Precisamente el 22 de septiembre pasado, recibieron la visita de los pasajeros y tripulantes del Barco de La Paz, proveniente de Japón, que promueven el fin de la violencia en el mundo, entre los que se encuentran algunos de los sobrevivientes o hijos de los afectados por la detonación de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos, al final de la Segunda Guerra Mundial.
Definitivamente, el Iguanario Archundia de Manzanillo es algo que nos debe enorgullecer.

En el Iguanario también se resguarda a otras especies animales, como este mapache que posa para nuestra lente.