63 años de tradición en El Cañón de tacos de birria de pescado “El Bolas”


Eran principios de los años 50 en Manzanillo, cuando nuestro puerto empezó a descollar y crecer. Había ansias de mejorar sus condiciones de vida en el pecho y en la mente de un buzo y pescador, que a duras penas sobrevivía económicamente de su penoso y cansado trabajo de arrancarle sus frutos al mar, tanto en su superficie como en el fondo, siempre bajo un ardiente rayo del sol.

CONQUISTANDO ARMERÍA

Se trataba de aquel que todos conocían como “El Erizo”, el cual se llamaba Primitivo González Gaitán, oriundo de Manzanillo. Fue así que en el año de 1952, con lo obtenido de su cordel y anzuelo, así como en sus inmersiones y conociendo la manera de preparar sabrosos guisos como los que en ocasiones preparaban en su familia con aquellos pescados y mariscos, decidió probar suerte como comerciante de alimentos, y viendo que no existía esta oferta en el vecino municipio de Armería, abrió un pequeño negocito, que rápidamente atrapó una importante clientela que lo hizo mejorar y tener planes más ambiciosos.

Así, en el año de 1960, tras ocho años de bregar y aprender los secretos del comercio ambulante de alimentos, se anima a venirse a laborar a su patria chica, a su Manzanillo, y es así como abre aquel puesto, donde prepara y vende salpicón, tacos de pescado, ceviche y camarón, los cuales son un éxito entre el público consumidor porteño.

EL BOLAS, CONTINUANDO EL LEGADO DEL ERIZO

El 8 de abril de 1958 nació su hijo José Alberto González Mancilla, llamado a continuar la vocación comercial de su padre y darle continuidad a su negocio y aún hacerlo más popular. Y desde muy niño, José Alberto se la pasó en aquel puesto que tuvo diferentes sedes. Desde aquella corta edad fue motejado con un apodo que hasta la fecha conserva y con el que se identifica a su changarro: El Bolas.

El puesto es conocido popularmente, pues, con el nombre de Tacos El Bolas. Entre las diferentes sedes donde la familia se ha puesto a vender sus delicias callejeras están la parte baja del edificio federal, luego junto al de la CROM y bajo un árbol en la Plaza La Perlita. A todos esos lugares los siguió una clientela cautiva de su sabor, siempre oscilando entre platos de mar y tierra.

UNA TRADICIÓN DE 15 AÑOS EN EL CAÑÓN

Actualmente, José Alberto “El Bolas” ha ido modificando el menú en aras de darle gusto a la clientela con los platos que prefieren, como es el caso de los tradicionales de birria de pescado, como aquellos que vendía su padre. También venden taquitos de frijoles guisados, que son de los que más pide la gente, así como los de bisteck de res en salsa roja. Algunos días a la semana también venden ceviche, como un guiño o recuerdo a los orígenes del negocio de su padre con el que todo inició, donde siempre se vendían tanto tacos de pescado como tostadas de ceviche.

Hace quince años, por algunas remodelaciones que se hicieron en el área del Centro Histórico, fueron reubicados por la autoridad municipal de la sombra de su árbol en La Perlita a un nuevo domicilio, ahora en la calle Porfirio Díaz, mejor conocida como la de El Cañón, frente al andén del desaparecido ferrocarril de pasajeros.

Han cambiado muchas cosas, sin lugar a dudas, en los últimos años en nuestra ciudad y puerto de Manzanillo, pero íconos sencillos, estables y populares como los afamados Tacos El Bolas, más de sesenta años después, nos dan identidad y raíces, como anclas a las cuales aferrarnos.

LOCALES Y TURISTAS, RECOMENDANDO DE BOCA EN BOCA

Ahí sigue José Alberto tras su puesto móvil blanco, níveo como su inseparable delantal y tras de sus ollas de peltre con sus guisos echando humo y despidiendo olores gratos, anunciando sus sabrosos guisos a todo el que pasa por esa transitada calle del Centro de Manzanillo.

La clientela no ha decaída más de sesenta años después de iniciar este negocio, sino, por lo contrario, cada vez es más numerosa, recomendándose de boca en boca, y hasta los turistas llegan preguntando por los Tacos El Bolas, pues quien los prueba, ya puede decir que conoce un poco más de Manzanillo.