Abuso infantil; Musk apoya investigación: Reino Unido


Reino Unido lleva años lidiando con la revelación de que varias bandas de secuestro de niños
Elon Musk, director ejecutivo de SpaceX, está apoyando los crecientes pedidos en el Reino Unido para que se realice una nueva investigación sobre el escándalo de abuso infantil por parte de bandas de secuestradores, llegando incluso a respaldar los pedidos de que el rey Carlos III intervenga. “¡Una investigación nacional ya!”, declaró Musk en X el viernes, declarando que el escándalo era “el peor crimen masivo contra el pueblo británico jamás cometido”.
El Reino Unido lleva años lidiando con la revelación de que varias bandas de secuestro de niños, a menudo formadas por hombres de ascendencia surasiática o británico-paquistaní, explotaron a niños durante décadas en el norte de Inglaterra, en ciudades y pueblos como Rochdale, Telford, Manchester y Rotherham.
Una investigación independiente sobre el acoso sexual en Rotherham realizada en 2014 concluyó que la mayoría de los perpetradores eran de ascendencia paquistaní y dijo que era “difícil describir la naturaleza atroz del abuso que sufrieron las víctimas infantiles”.
“Fueron violadas por múltiples perpetradores, llevadas a otras ciudades del norte de Inglaterra, secuestradas, golpeadas e intimidadas. Hubo casos de niñas a las que rociaron con gasolina y amenazaron con quemarlas, las amenazaron con armas de fuego, las obligaron a presenciar violaciones brutalmente violentas y las amenazaron con que serían las siguientes si se lo contaban a alguien”, afirma el informe. “Niñas de hasta 11 años fueron violadas por un gran número de perpetradores masculinos”.
El informe concluyó que entre 1997 y 2013, unos 1.400 niños fueron víctimas de abusos y recalcó que los abusos “no se limitan al pasado, sino que continúan hasta el día de hoy”.
El informe concluyó que la policía no dio prioridad a los casos de abuso y no actuó. También concluyó que al menos una denuncia “fue efectivamente suprimida” y otras fueron ignoradas por las autoridades locales. Encontró que, si bien algunos no creyeron la información, otros se asustaron por la corrección política.
“Varios empleados describieron su nerviosismo al identificar el origen étnico de los perpetradores por temor a ser considerados racistas; otros recordaron instrucciones claras de sus gerentes de no hacerlo”, indicó.
Una investigación en Telford concluyó que una gran proporción de los casos involucraban a hombres descritos como “asiáticos” o “paquistaníes” y que las autoridades de Telford estaban preocupadas de que las acusaciones “tuvieran el potencial de iniciar un ‘disturbio racial'”. Un informe más amplio del Ministerio del Interior en 2020 dijo que si bien los casos de alto perfil “involucraron principalmente a hombres de etnia paquistaní”, también citó investigaciones que mostraban que los delincuentes de explotación sexual infantil en grupo son más comúnmente blancos.
Muchos consideraron que el escándalo era una priorización del multiculturalismo y la corrección política por encima del bienestar de los niños británicos y el procesamiento de los criminales.