Descubren corriente oceánica clave en el Ártico



Científicos identifican una corriente oculta en el Ártico, conocida como Iceland Faroe Slope Jet (IFSJ), que podría ayudar a comprender el impacto del calentamiento global en la circulación oceánica y los patrones climáticos globales
En el verano de 2024, un equipo de científicos liderado por el oceanógrafo Bob Pickart zarpó al Ártico a bordo del buque de investigación Neil Armstrong en busca de una misteriosa corriente oceánica: el Iceland Faroe Slope Jet (IFSJ). Identificada inicialmente en 2011, esta corriente permaneció como un enigma durante más de una década. Su reciente estudio podría ser clave para comprender cómo el cambio climático afecta la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC), un sistema esencial para la distribución del calor y los patrones climáticos globales.
El IFSJ es una corriente profunda de aguas densas que fluye entre Groenlandia e Islandia, transportando agua hacia el sur a través del Canal del Banco de las Feroe. Su conexión con el AMOC es crucial, ya que este sistema funciona como una “cinta transportadora” que regula las temperaturas globales. Modelos climáticos sugieren que un posible colapso del AMOC, causado por el calentamiento global, podría tener consecuencias devastadoras: Descenso extremo de temperaturas en Europa; Incremento del nivel del mar en Estados Unidos; Alteración de los monzones en el hemisferio sur.
Sin embargo, existe un amplio debate científico sobre cuándo podría ocurrir este colapso. Algunos estudios proyectan un declive después de 2100, mientras que otros consideran que podría ser inminente. Según Dipanjan Dey, del Instituto Indio de Tecnología, la falta de datos a largo plazo dificulta establecer un consenso.
Un trabajo minucioso y desafiante
Para rastrear el origen del IFSJ, el equipo de Pickart realizó mediciones detalladas utilizando instrumentos como el CTD (Conductividad, Temperatura y Profundidad). Liderada por Stefanie Semper, una oceanógrafa noruega que en 2019 realizó el primer análisis de datos sobre el IFSJ, la investigación se llevó a cabo durante seis semanas en condiciones extremas.
El proceso involucró sumergir una roseta equipada con sensores a grandes profundidades para recolectar datos. “Es un trabajo frío y húmedo”, comentó Semper, quien dirigió turnos nocturnos en los que supervisaba las mediciones desde el laboratorio del barco.
Impacto global y próximo paso
Los científicos esperan que el análisis del IFSJ ayude a llenar las lagunas de conocimiento sobre el AMOC, cuyo comportamiento sigue siendo incierto en medio del calentamiento global. Según Pickart, “entender cómo funciona el sistema es fundamental antes de predecir cómo cambiará con el aumento de las temperaturas”.
Esta investigación subraya la importancia de profundizar en el conocimiento de las corrientes oceánicas, que desempeñan un papel central en la estabilidad climática del planeta.