Los incendios forestales en Los Ángeles han causado 16 muertes y destruido 15,000 hectáreas. El incendio Palisades, el más devastador, sigue fuera de control, mientras críticas políticas aumentan la tensión
El número de fallecidos por los incendios forestales que afectan el área de Los Ángeles, en el sur de California, aumentó a 16, informó la oficina del médico forense local. Estos siniestros, desatados desde el pasado martes, han arrasado al menos 15,000 hectáreas y destruido unas 12,000 estructuras, incluidos automóviles.
De las 16 muertes, 11 ocurrieron debido al incendio Eaton, situado al noreste de Los Ángeles, cerca de Pasadena y Altadena. Los otros cinco fallecimientos se atribuyen al incendio Palisades, el más grande y destructivo, con apenas un 11 % de contención, según las autoridades.
El incendio Palisades amenaza ahora zonas residenciales de alta densidad poblacional como Brentwood y Encino. Jesús Ruiz, portavoz del condado, expresó su preocupación por el avance del fuego hacia el este, calificándolo como un “avance significativo” hacia áreas urbanas.
Los bomberos enfrentan condiciones adversas, incluyendo vientos crecientes, que dificultan las labores de contención. Mientras tanto, los incendios Kenneth, Hurst y Lidia muestran avances significativos en su control, pero el Eaton y el Palisades siguen representando un desafío crítico.
En un mensaje polémico, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, criticó a las autoridades locales por su gestión de la crisis, calificándolos de “incompetentes”. Sus declaraciones intensificaron el enfrentamiento político con el gobernador de California, Gavin Newsom, quien acusó a Trump de politizar la tragedia e invitó al mandatario a visitar las zonas afectadas.
“Miles de casas magníficas han desaparecido y pronto se perderán muchas más. Esta es una de las peores catástrofes en la historia de nuestro país”, afirmó Trump en su red social Truth.
A pesar de las críticas, equipos de combate integrados por bomberos locales, personal del Ejército y especialistas, incluidos brigadistas mexicanos, continúan trabajando arduamente para contener las llamas y evitar mayores pérdidas humanas y materiales.