Descubrimiento de nuevas especies


Arañas

Cada una con características únicas y un veneno con potencial para el desarrollo de antídotos

Un reciente estudio del Instituto Leibniz para el Análisis de los Cambios en la Biodiversidad ha revelado que la famosa araña de tela en embudo de Sydney, conocida por ser una de las más venenosas del mundo, en realidad consiste en tres especies diferentes. Este hallazgo fue publicado en la revista BMC Ecology and Evolution, donde se detalla cómo los investigadores identificaron diferencias tanto visuales como genéticas entre los ejemplares de lo que antes se creía una sola especie, Atrax robustus.

Las tres especies, ahora identificadas como Atrax robustus, Atrax christenseni y una más al sur de las Montañas Azules, presentan variaciones notables. La Atrax christenseni es la más grande de las tres y se encuentra en las cercanías de Newcastle. Este descubrimiento fue impulsado por Kane Christensen, un entusiasta de las arañas que, durante sus investigaciones, encontró ejemplares particularmente grandes, lo que llevó a que esta nueva especie recibiera su nombre en su honor. Christensen describió este gesto como “uno de los mayores honores” en su carrera.

A pesar de la peligrosidad de estas arañas, no se han registrado muertes por mordeduras en Australia. La buena noticia es que existe un antídoto eficaz derivado del veneno de los machos de estas arañas. A diferencia de las hembras, los machos son de cinco a seis veces más venenosos, y su toxina es clave para la producción del antídoto. Este proceso se lleva a cabo exclusivamente en el Parque de Reptiles de Australia, que es el único lugar donde se extrae el veneno de los machos para fabricar el antídoto.

El hallazgo abre nuevas oportunidades para la producción más específica de antídotos, dado que cada especie presenta una toxicidad particular que podría influir en la formulación del tratamiento adecuado. A pesar de los avances, los expertos como Danilo Harms advierten que considerar las diferencias específicas de cada especie será crucial para mejorar la eficacia de los tratamientos en el futuro.