Coincidente con el marco del endeble acuerdo del “cese al fuego” entre el Hezbollah libanés y el genocida estado de Israel, el pasado jueves 23 nuevamente las puertas de la sala de lectura Miguel Ángel Cuervo, ubicada en el jardín de La Corregidora, se volvieron a abrir para la exposición plural de las ideas, permitiéndonos conversar acerca del tema referente a la heroica resistencia que algunos países del Medio Oriente, de manera digna y firme, enfrentan la barbarie del neocolonialismo israelí-norteamericano. Aquél día le tocó el turno al grupo conocido como el Hezbollah o Partido de Dios. Previo al conversatorio el compañero Gabriel Fermín Martínez Campos, en su calidad de Director, destacó la importancia de abordar estos contenidos en virtud de que “no hay el interés académico o político, para los partidos políticos parece que este tema les da miedo, ya sea por su ignorancia, por su desinterés, y justamente tratamos que estos espacios culturales se conviertan en los semilleros para abrir el pensamiento a este tipo de expresiones”.
El cese al fuego entre Israel y Hezbollah, así como el cese al fuego entre Israel y Hamás son falacias creíbles sólo para las mentes débiles, tales acuerdos no pasan de ser simples ‘besos de judas’. Sus antecedentes los encontramos cuando la conspiración sionista pretendió que el Líbano rechazara a la resistencia palestina como había sucedido en Jordania, después de la guerra de 1967; pero mediante los ‘Acuerdos de el Cairo’ (noviembre de 1969) la OLP y el gobierno libanés legalizaron la presencia de los palestinos en los campos del sur del Líbano. El 13 de abril de 1975 estalló la guerra civil libanesa, y el 6 de junio de 1982 Israel invadió el Líbano, la resistencia se organizó y enfrentó la invasión en el sur, inicialmente fueron los partidos de izquierda, y posteriormente el Hezbollah tomará la estafeta de manera aplastante.
El apócrifo estado de Israel es por antonomasia el transgresor habitual del Derecho internacional y Humanitario; por ejemplo, si hurgamos la historia de las agresiones militares sionistas al Líbano durante las décadas de los noventas, tenemos que entre la operación militar sionista grotescamente denominada “Responsabilidad” (1993) hasta la operación “Uvas de la ira” (1996) Israel violó 231 ocasiones el pacto de cese al fuego, excusándose con su típico victimismo de que las milicias libanesas habían lanzado 13 veces más cohetes sobre el norte de Israel. En 1996 Israel, pisoteando el Derecho Internacional, bombardeó el cuartel de la ONU, y en ese mismo año el criminal de guerra Benjamín Netanyahu se convirtió en primer ministro. En estos últimos 60 días del pacto del ‘cese al fuego’ la entidad genocida israelí con su arrogante prepotencia e impunidad que le son propios ha violado 1,350 veces el acuerdo pactado, bombardeando aldeas, asesinando a su población y destruyendo sus hogares, todo en nombre del demoniaco ‘Gran Israel’, y el aberrante argumento reiterado por la futura embajadora de Trump ante la ONU, Elise Stefanik, quien manifestó que Israel tiene un “dominio bíblico sobre Palestina”.
Es pertinente señalar que el Hezbollah se ha convertido en el ejército popular confesional más poderoso de nuestro tiempo, y que en varias ocasiones ha humillado al sionismo infringiéndole sonoras derrotas a su autodenominado ‘ejército más moral del mundo’, la primera derrota se remonta al año 1992, que después de asesinar al entonces Secretario General del Hezbollah, Sayyed Abad Musawi, blindados y helicópteros de la ocupación fracasaron en tomar las aldeas de Yatir y Kafra. Fue entonces cuando Hassan Nasrallah, asesinado el 27 de septiembre de 2024, declaró: “esperaban que Hizbulah perdiera identidad, que habría conflictos internos, que la moral de la Resistencia se había desmoronado (…) pensamos cómo detener sus tanques, fueron los ‘Katyusha’ los que congelaron su ímpetu”. Dirigido por Hassan Nasrallah el Hezbollah derrotó al ejército israelí en los asedios de 1993 y 1996, su esfuerzo se vio recompensado cuando el ejército sionista fue expulsado del Líbano en el año 2000, volviendo a derrotarlos en el 2006, ante este fracaso Condoleeza Rice dijo que “los crímenes de Israel eran dolores de parto de un nuevo Oriente Medio”.
En el marco de la ‘Inundación de al-Aqsa’ (7 octubre de 2023) el Hezbollah logró golpes audaces y exitosos al atacar la base de Benyamina de la Brigada Golani; lo mismo sucedió con el ataque a la base Glilot que alberga al cuartel general del Mossad, así como a la Unidad de Inteligencia 8200 en los suburbios de Tel Aviv, y la base naval de Stella Maris en Haifa. Para entender parte de la mentalidad combatiente del Hezbollah es necesario rescatar algunos de los puntos fundamentales de su plataforma ideológica, entre los cuales destacan los siguientes: 1. “Sólo nos arrodillamos ante Allah, nunca ante los hombres; 2. Lucharemos hasta morir. Nos llegue hoy o mañana la muerte, será bienvenida. Es el paraíso prometido”; 3. “No reconocemos más amo que Dios, y no hay otro enemigo excepto Israel. Sus bombas no nos asustan. Nunca nos sacarán de aquí, y un día conocerán el infierno”.
El Hezbollah recibió fuerte dosis ideológica preveniente del pensamiento de Nasrallah, también llamado como ‘Said al Muqawama’ (señor de la resistencia) por su resuelta oposición a la ocupación israelí en Palestina, Líbano y Siria. Mencionemos con brevedad algunas de sus tesis que expuso en diferentes coyunturas políticas: 1. “Un movimiento cuyo líder es martirizado nunca será derrotado” (1995); 2. Entre nosotros y ustedes (Israel) estarán los días, las noches y el campo de batalla” (agosto de 2004); 3. “La resistencia libanesa hoy inspira a toda la resistencia del mundo, a todos los pueblos libres, y a todos lo que se niegan a rendirse ante la humillación estadounidense en el mundo” (septiembre 2006); 4. “En Hizbullah estuvimos y siempre estaremos al lado del pueblo palestino y al lado de la Resistencia palestina, de todas las facciones y los movimientos de resistencia en Palestina sin excepción” (julio de 2014); 5. “El martirio de nosotros nunca nos llevó a retirarnos de ninguna batalla. Más bien, el martirio de nuestros líderes siempre nos ha hecho más efectivos en la batalla” (mayo de 2016); 6. “Líbano ya no es tan débil como para que ustedes puedan invadirlo con una banda de música. Puede llegar el día en que seamos nosotros quienes los invadamos con una banda de música” (mayo de 2020); 7. “La resistencia en todas sus formas es la única manera de liberar la tierra y los lugares sagrados y restaurar los derechos” (mayo de 2020).
Es cierto que existe una codependencia económica, confesional, política y militar entre el Hezbollah e Irán, pues desde el triunfo de la revolución islámica el Ayatolá Jomeini trazó lo que sería la estrategia anticolonial islamista, al afirmar: “puedo aliviar el dolor del oprimido pueblo libanés, que no sólo ha sufrido en manos del colonialismo, sino que además ha sido afligido, empobrecido por una guerra civil y la guerra de aquellos oportunistas que quieren someter al país”. Línea ideológica que se ha prolongado hoy en día con las declaraciones del actual líder de la revolución islámica Sayyed Jamenei al afirmar: “Dondequiera que se alcen frente a los maléficos actos del régimen sionista y resistan, nosotros los apoyamos, y nosotros apoyamos a la Resistencia, a la resistencia de Gaza, a la resistencia de Cisjordania, a la Resistencia de Yemen, a la resistencia de Irak”. En los libros escribirán que una gente mató en Gaza a miles de mujeres y niños, y todos comprenderán que fue el aguante del pueblo y la firmeza de la Resistencia de Palestina lo que obligó a retroceder al régimen sionista”.