Comunidades indígenas náhuatl y tének de la Huasteca Potosina realizaron un encuentro regional en el ejido San Pedro, municipio de San Antonio, San Luis Potosí, para expresar su rechazo tajante a la fractura hidráulica (fracking) en la región.
A la asamblea acudieron cientos de representantes de pueblos originarios, así como organizaciones civiles, ambientalistas, académicos y abogados, quienes coincidieron en señalar los riesgos irreversibles que conllevaría la explotación de hidrocarburos mediante esta técnica.
“Cada pozo de fracking requiere de 9 a 29 millones de litros de agua limpia mezclada con químicos y arena, que a gran presión fractura la roca madre a varios kilómetros de profundidad.
“Imaginemos la Huasteca llena de pozos, usando enormes cantidades de agua y contaminándolas; no tendría viabilidad la vida vegetal, animal ni humana”, advirtió Rogel del Rosal Valladares, integrante de la Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Huasteca Potosina.
EXIGEN PRONUNCIAMIENTOS OFICIALES
Como parte de los acuerdos, los pueblos solicitaron a la presidenta Claudia Sheinbaum y al gobernador Ricardo Gallardo Cardona, actúen acorde a sus facultades constitucionales y manifiesten públicamente su rechazo absoluto al uso de la fractura hidráulica y cualquier actividad de exploración y explotación de hidrocarburos en territorios de la Huasteca Potosina.
La petición también va dirigida al Congreso de la Unión, al Congreso del Estado de San Luis Potosí y a los ayuntamientos de la zona.
Las comunidades recordaron que entre 2014 y 2018 lograron detener proyectos similares impulsados por el gobierno de Enrique Peña Nieto, y señalaron que tanto Andrés Manuel López Obrador (en 2018) como Claudia Sheinbaum (en 2023) se comprometieron a prohibir esta técnica en México.
