Princesa europea recibe formación de Fuerzas Armadas

La princesa Amalia de Holanda es la primera mujer de la realeza neerlandesa en ingresar al ejército.

La princesa Amalia de Holanda, heredera al trono de los Países Bajos, acaba de dar un paso histórico al convertirse en la primera mujer de la Casa Real neerlandesa en recibir formación militar.

El anuncio fue realizado el pasado 30 de septiembre por su padre, el rey Guillermo Alejandro, a través de un Real Decreto que oficializa su incorporación como reservista de las Fuerzas Armadas.

Amalia, de 21 años, conocida formalmente como Catharina-Amalia, Princesa de Orange, inicia esta etapa como parte de su preparación para asumir sus futuras responsabilidades como reina.

Según informó la Casa Real, la joven ostenta ya el rango de marinera de tercera clase en la Marina Real de los Países Bajos y de soldado de tercera clase en el Ejército del Aire y la Fuerza Aérea.

¿POR QUÉ LA PRINCESA NEERLANDESA ENTRÓ EN EL EJÉRCITO?

Esta es la primera vez que una mujer de la realeza neerlandesa se forma dentro del ejército. A diferencia de lo que ocurre en países como España o Noruega, el monarca de los Países Bajos no es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, los reyes sí cumplen funciones de representación en actos militares y pasan revista a las tropas. Amalia, cuando ascienda al trono, seguirá los pasos de su padre en estas tareas.

El ingreso de Amalia al programa Defensity College, que combina formación académica y militar, marca un antes y un después en su vida.

Esta institución, vinculada a las Fuerzas Armadas neerlandesas, permite a los estudiantes ejercer labores como reservistas mientras continúan con sus estudios universitarios.

En el caso de la princesa, se trata de una experiencia que reforzará su preparación para el trono y le permitirá vivir de cerca el compromiso con la defensa nacional.

Aunque la noticia sorprendió a muchos, en el contexto europeo es cada vez más común que los herederos reales pasen por programas de formación militar.

La princesa Leonor de España, la princesa Isabel de Bélgica y la princesa Ingrid de Noruega ya han seguido caminos similares.

Con este paso, la princesa Amalia se suma a su generación de herederos que buscan conectar con la vida castrense y sus valores de disciplina, servicio y liderazgo.

Este inicio, sin embargo, no está exento de obstáculos. En junio, Amalia sufrió un accidente al caer de su caballo Mojito, lo que le provocó una fractura en el brazo que requirió intervención médica.

Aunque la lesión no fue grave, ha retrasado su incorporación a las prácticas físicas. De acuerdo con el Ministerio del Interior, la princesa comenzará con cursos teóricos y prácticas administrativas en el Estado Mayor de la Defensa.

Esto mientras espera la autorización médica para sumarse al entrenamiento físico, que incluirá tiro, pista de obstáculos y lectura de mapas.

Además de su formación militar, comenzará un grado en Derecho Holandés en la Universidad de Ámsterdam.

La decisión de Amalia se percibe como un gesto de compromiso y cercanía hacia su país. El cual reforzará su formación y le permitirá compartir experiencias con otros jóvenes neerlandeses que cumplen su servicio como reservistas.