*Una de las 3 actividades más importantes del municipio, junto a las portuaria y turística
Manzanillo nació en su función de ser un puerto comercial, de cabotaje y altura, es decir, para el movimiento de carga nacional e internacional, mientras que la actividad pesquera se fue dando de forma natural con el paso del tiempo.
LA PORTUARIA, PRIMERA VOCACIÓN
Fue su surgimiento como población allá por el año de 1825, cuanto la actividad portuaria se marcó como su vocación primaria dirigida e impulsada por el gobierno federal. Al principio el flujo de carga y la llegada de buques era escasa, allá por el Siglo XIX, muy por debajo de otros puertos, como Mazatlán y San Blas, por poner algunos ejemplos. Muchas de las primeras agencias aduanales eran dirigidas por ingleses, alemanes o norteamericanos, y en ocasiones, la aduana se movía a la capital de estado por causa de las epidemias que asolaban al puerto, como la fiebre amarilla o el cólera y, para tales efectos, la ciudad de Colima era considerada como un puerto de mar.
LA PESQUERA RIBEREÑA, SEGUNDA VOCACIÓN
La segunda actividad que naturalmente surgió para los pocos manzanillenses que había entonces fue la pesca comercial, ya que, si el puerto era clausurado o bajado de categoría, había que comer, y como dice un antiguo dicho porteño: “En Manzanillo nadie se muere de hambre, porque nomás se va a la orilla de la laguna o el mar, se lanza una cuerda con anzuelo, y se saca un pescado”. Existe un antecedente de pesca organizada en el antiguo Puerto de Salagua, ya desaparecido, cuando el 13 de marzo de 1560, Juan Fernández Ladrillero, Juan Baltasar Rodríguez y Andrés Toscano, vecinos de la Villa de Colima, lograron un permiso para fundar una pesquería de perlas ostiales y peces en el Puerto de San Juan de Salagua. Aunque la actividad preponderante era la obtención de perlas por medio de los buzos indígenas del pequeño poblado, también puede verse que se practicaba la pesca comercial de forma organizada.
Pero luego esta población fue desapareciendo al ir disminuyendo su población, y tras la independencia de México se hizo el traslado oficial de aquel asentamiento al nuevo de El Manzanillo, cuyo objetivo y finalidad desde un inicio fue el movimiento portuario, debido a su extraordinaria ubicación. Así, pues, aunque la vocación primaria de nuestros pobladores desde finales del Siglo XIX y principios del XX fue la portuaria, la pesca ribereña para fines alimenticios y comerciales fue aumentando en importancia, de manera que incluso algunos estibadores o amarradores también practicaban la pesca de forma ocasional. Pero de forma organizada no se practicaba este oficio, y eran los pescadores independientes quienes también surtían a los negocios que lo expendían al público, aunque ellos también lo hacían de forma directa, siendo un producto muy fresco.
Era tanta la abundancia de peces en los litorales por aquellos años, principios del siglo pasado, que incluso se daban las llamadas varazones, que era cuando grandes cardúmenes se precipitaban sobre la costa y encallaban, momento que los vecinos del puerto salían rápidamente armados con cubetas, bolsas y recipientes que encontraban a su paso, e incluso con sus propias manos, para recoger la mayor cantidad posible de pescados, los cuales todavía estaban sacudiéndose y brincando sobre la arena de la playa. Este fenómeno todavía se veía de manera esporádica hasta a finales de los años setenta y principios de los ochenta en La Playita de En Medio y San Pedrito.
LAS COOPERATIVAS Y LA PESCA DEPORTIVA
Es en 1933, pues, que empiezan a surgir las primeras cooperativas de la laguna de San Pedrito, en su ribera sur. El 4 de mayo de 1955, contando con sesenta socios, se integra de manera oficial la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Miguel Hidalgo”, S.C.L. Para 1956, se forma el 15 de diciembre la Cooperativa Pesquera Laguna de Cuyutlán, S.C.L., que obtuvo la autorización para hacer sus labores a través de Fomento Cooperativo. Esta empieza a operar a partir de 1960, siendo sus fundadores Martín Granados Valle, Manuel Palacios Ortiz, Natividad Lugo Espinoza y José Cruz Velasco. En el año de 1959, el primero de marzo, abrió sus puertas en la calle Hidalgo la pescadería Manzanillo, siendo el permisionario Jesús Flores Arévalo, “El Flaco”, quien fue muy exitoso en este negocio, y tenía dos equipos de pesca localmente, además de vender y abastecerse también de otras partes del país.
Hay que decir que por aquellos tiempos muchas lanchas eran hechas en los talleres ubicados en La Playita de En Medio, donde estuvo el varadero de Woodward, después el Astillero de Don Miguel Jaramillo y el Taller del Maestro Rosas. Lo mismo se hacían lanchas pequeñas, que grandes para la incipiente pesca deportiva (de las que la primera que se hizo fue la de Don Luis García Castillo, la Luckiest o suertuda). El 19 de junio de 1962, con sesenta y dos socios, se integra la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Independencia”. El 8 de marzo de 1969, con ocho cooperativas, se integra en Manzanillo la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de la Industria Pesquera del Estado de Colima. El 15 de septiembre de 1974, con ochenta y un socios, se funda la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Miguel Sandoval Sevilla”. El 26 de octubre de 1976, con veintiséis elementos, se crea la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera CTM, ubicada en el Barrio de El Túnel. El 8 de agosto de 1980 se hace la Sociedad Cooperativa de Prestadores de Servicios Turísticos Manzanillo.
El 3 de septiembre de 1980, se integra la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Coliman, con cuarenta y tres socios debidamente registrados. El 10 de octubre de ese mismo año se integran tres nuevas cooperativas, que en forma total o global comprenden a muchos pescadores, como son ciento treinta y cinco elementos, siendo estas la Ribereña Leona Vicario, la Ejidal Ribereña Severino León, con sede en El Chavarín y la Sor Juana Inés de la Cruz. Unos pocos días después también queda integrada la de La Culebra o Colimilla, con cuarenta y dos pescadores socios. A partir de esa fecha se han conformado las siguientes cooperativas pesqueras en nuestro municipio: Costa de Colima; Los Achiotes, en Marabasco; Solidaridad, Libertad y Progreso y Peña Blanca, entre otras. Sumando solamente los socios de las recién mencionadas, que no es una lista exhaustiva, da un total de 189 nueve pescadores agremiados.
Tras un tiempo, se recrudeció el enfrentamiento y mala relación entre pescadores ribereños y deportivos. Aunque durante los primeros años de la pesca comercial, no se valoraban las especies de picudos, por considerarse una carne de mala calidad, que solamente servía para carnada; cuando entra la actividad deportiva, y se declara a Manzanillo la Capital Mundial del Pez Vela, tomando impulso los torneos anuales nacional e internacional con Leroy Dorsey, Luis García Castillo, Fernando Adachi, Octavio Macchetto y otros más, se empiezan a hacer grandes capturas de velas, marlines, espadas y otras especies propias de la pesca deportiva a nivel internacional. Ante la escasez por su parte, de otras especies comerciales otrora abundantes, los ribereños también empiezan a hacer captura de velas, además de dorado y marlín, por lo que hay competencia. Actualmente esta pugna ha menguado, y muchos pescadores deportivos y ribereños son grandes amigos regularmente. El mercado de pescadores que se levantó en la Playita de En Medio no fue apoyado por los gobiernos, al no dotársele de servicios básicos por años, de modo que no tenían ni agua ni energía eléctrica, por lo que se convirtió prácticamente en un elefante blanco.
