Cerca de un centenar de ejidatarios del municipio de Armería se manifestaron en uno de los pozos del acueducto Armería–Manzanillo para exigir que se retribuya a su comunidad por el agua que, desde hace casi 50 años, se extrae para abastecer al puerto sin dejar beneficios locales.
Como parte de la protesta, los productores apagaron dos de los siete pozos que integran el sistema, en demanda de acuerdos que reconozcan el impacto que ha tenido la extracción en sus tierras agrícolas. De acuerdo con el ejido, la reducción del nivel freático ha provocado pérdida de humedad y menor productividad en alrededor de 45 hectáreas de cultivos de coco, limón, papaya y plátano.
Los manifestantes señalaron que han buscado diálogo con las autoridades desde hace más de un año sin obtener resultados y advirtieron que podrían cerrar más pozos si no hay una respuesta pronta a sus demandas.
El presidente del ejido, Guadalupe Magaña, explicó que la determinación fue tomada de manera colectiva ante el hartazgo por décadas de desatención.
Recordó que antes de la perforación de los pozos el ejido era una zona húmeda y fértil; sin embargo, con el paso de los años el nivel freático disminuyó, afectando directamente los cultivos.
Los ejidatarios advirtieron que, si no hay una respuesta pronta, mantendrán cerrados más pozos y endurecerán sus acciones hasta que sus demandas sean escuchadas y se haga justicia por el agua que, durante casi 50 años, ha salido de Armería para abastecer al puerto.
