Caldero Político


Ante la decisión de no alianzas políticas electorales

de la derecha al 2027, la izquierda va con rumbo a fortalecerse

En su refundación política (nuevo logo), social y rumbo a una contienda político electoral hacia el 2027, el Partido Acción Nacional (PAN), la derecha conservadora ha declarado que no hará alianzas electorales en el 2027, le cierra las puertas a Alito Moreno y al Revolucionario Institucional, con ello, la izquierda de la social democracia se fortalecería ante la posibilidad de una Nula alianza política electoral opositora.

Y en ello, es importante hacer un recuento pequeño histórico de los partidos de derecha e izquierda en México. Los partidos de derecha e izquierda han sido signos de orientación política desde su origen desde la Asamblea constituyente de la Revolución Francesa hasta hoy en pleno siglo XXI. Durante los años transcurridos desde entonces, han existido diversos cambios de su significado, un gran teórico y filósofo político Norberto Bobbio, en su libro “Izquierda y derecha”, Bobbio afirmaba que la primera ha estado a favor de la solidaridad y de la eliminación de la desigualdad social, mientras la segunda, ha estado a favor del individualismo, las cúpulas oligárquicas y la naturalización de la desigualdad.

Consecuentemente en México se  configuraron dos extremos: la izquierda mexicana ha estado a favor de una sociedad socialista; antirracista; anticlerical; ultra-feminista; ecologista; anticapitalista, pero siempre a favor de la democracia participativa y representativa; mientras que la derecha conservadora en México, ha sostenido siempre un ultranacionalismo, un conservadurismo, xenofobia, homofobia, antifeminismo; individualismo posesivo, el capitalismo a favor de la democracia liberal y cupular oligárquica con el objeto de eliminar a sus adversarios políticamente.

Después de la Revolución Mexicana, se desarrollaron, al menos, dos izquierdas, una que consideró que su papel era luchar por mejoras sociales para las grandes mayorías en el interior del capitalismo y otra, anticapitalista que buscaba instaurar una sociedad socialista y comunista. Las dos se oponen al intervencionismo norteamericano y a la política de la oligarquía gubernamental donde el Poder Político lo ostenten unos cuantos, de forma cupular.

Entonces hoy la izquierda que lucha y que estableció los programas sociales constitucionalmente, en favor de las mayorías que es el pueblo de México, tiene la gran oportunidad de refrendar su poder político ante una oposición que puede fracturarse al no hacer alianzas políticas electorales.

¡Es un hecho! diversos actores políticos priistas entre ellos su dirigente nacional, en el contexto de las próximas elecciones federal y locales del 2027, han expresado su preocupación por la posibilidad de que la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) decida competir sin sumar aliados. La fragmentación opositora debilitaría sus posibilidades frente al partido en el Gobierno (Morena), que continuaría consolidándose como la fuerza dominante en la política mexicana.

Desde una perspectiva de análisis político, la experiencia de fragmentar alianzas demuestra que en sistemas donde existe un partido con dominio amplio, la estrategia más efectiva para la oposición suele ser forjar alianzas sólidas. Pero establecer una división interna opositora, por el contrario, puede facilitar la victoria de la agrupación política que ostenta el poder formal fortaleciendo su estructura partidista, como actualmente lo representa Morena y sus aliados en México PVEM y PT.

Veremos que sucede por lo pronto, la derecha ya se abrió a ir solo sin contemplar alianzas electorales, falta un año para ello, pero como siempre estaremos atentos, para ejercer el análisis político, objetivo, crítico constructivo y plural de ello.

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