Guitarrista y pianista, estudia para convertirse en creador de temas para películas y director de orquesta
Carlos Valdez Ramírez
El primer contacto con un instrumento musical fue en su niñez. Pasaba el tiempo accionando un pequeño teclado que le fue obsequiado por su abuelo paterno. Curioso, como todo infante, se embelesaba con su sonido. Posteriormente su abuelita le obsequió una guitarra que, de manera autodidacta, comenzó a sacarle algunos acordes y notas. Esa guitarra marcaría la vida del adolescente Carlos Virgilio Mendoza Acevedo, joven que en la actualidad es extraordinario guitarrista, cuyos primeros estudios formales musicales los recibió en la Casa de la Cultura, bajo la tutela musical del maestro Sergio Fuentes como ejecutante de guitarra clásica; ahora cursa el nivel medio superior en el Instituto Universitario de Bellas Artes de la Universidad de Colima y es alumno del maestro Simone Lannarelli; cursa actualmente estudios en la Berkley School Music, con sede en Boston, Massachusetts, con la especialidad de música para películas.
Carlos Virgilio Mendoza Acevedo es depositario de la genética musical que le heredó su bisabuelo José Torres Andrade, docente de la asignatura de música.
Aborda nuestro entrevistado la complejidad que en un inicio tuvo para iniciar su carrera musical, principalmente con su papá, Virgilio Mendoza Amezcua, a quien convenció que era lo que le gustaba y ahora agradece todo el apoyo que le ha brindado pese a las dudas que en un principio su progenitor le expuso, como todos los papás que se preocupan por el futuro de sus hijos.
Está plenamente convencido de que su vida es la música “cada vez que hago un trabajo, ya sea componer, dirigir o arreglar, trato de hacerlo con la mayor profesionalidad posible, por lo que me quiero dedicar a esto al 100%.”
Recibió capacitación profesional en Boston
Carlos Virgilio Mendoza Acevedo tiene un sueño y un propósito bien definido: componer música para películas. Recuerda que cuando ingresó al IUBA sus primeras preguntas fueron en el sentido de lo que quería hacer en el futuro y lo que quería estudiar “estudié la guitarra, también estudié piano, pero a mí lo que me gustaba era hacer música, componer, sabía que quería ser un compositor, particularmente un compositor para películas.”
Con ese propósito inició la búsqueda de opciones para convertirse en compositor de música para películas “encontré una escuela que se llama Berkley School Music, que está en Boston, Massachusetts, donde mucha gente aspira pero muy poca es aceptada. Lo intenté y no quedé, quizá porque no me organicé como debía, principalmente en documentación. Intenté otra vez, me preparé, hice mi audición en la Ciudad de México y fui aceptado.”
Refiere que durante su estancia en la Berkley School Music, la cual fue por un año, obtuvo gratas experiencias “conocí gente increíble, trabajé con gente de primer nivel y conocí un ambiente muy diferente al de Colima.
Relata que la Berkley School Music tiene muchos más alumnos que el IUBA, cuantitativamente es mayor pues alberga a 4 mil estudiantes y aquí hay entre 200 y 220; pero también el joven Mendoza Acevedo enfatiza que no hay diferencias en la calidad de la enseñanza porque aquí hay maestros con mucha calidad y categoría musical.
“En el IUBA yo encuentro confianza con los maestros, los conoces, tienes una relación con ellos más a fondo, cuando en Boston te dan la clase y se tienen que ir porque tienen otras 30 clases que dar y otros mil alumnos que atender, nunca llegas a esa intimidad con los maestros, que creo es necesaria para un desarrollo profesional, pero en cantidad de estudiantes y en cantidad de maestros de espacio de instalaciones Boston es monstruoso, porque va gente de todo el mundo.”
Señala que en la Berkley School Music aproximadamente el 40% de los estudiantes son extranjeros, incluyendo mexicanos “tuve la oportunidad de hacer amigos de Israel, de México, Europa, Latinoamérica, Asia y eso te abre la visión del mundo ver tantas culturas, hablar otro idioma, es una experiencia genial.”
“Decidí regresar en mayo pasado para seguir estudiando en Colima y al mismo tiempo seguir a distancia y titularme en aquella escuela, pues es una opción posible.”
Mencionó que compartirá sus estancias entre Colima y Boston en virtud de que desea seguir trabajando con sus amigos y realizando algunos proyectos.
El IUBA, un tesoro cultural de Colima
A pregunta expresa, Carlos Virgilio Mendoza Acevedo consideró que el Instituto Universitario de Bellas Artes (IUBA) es una escuela de calidad a la que calificó como “un pequeño tesoro que quizás no es tan apreciado y tan conocido como debería ser.”
Dijo que su permanencia en Boston le hizo reflexionar sobre el IUBA “noto muchas cosas positivas de la escuela, que muchas veces por ser negativos o de visión corta no lo vemos, nos acostumbramos y no vemos las cosas buenas que tenemos pero la escuela tiene grandes cosas.”
“El IUBA ha sido esencial para la ciudad de Colima, para la cultura de la ciudad; ha formado estrellas pianistas y guitarristas; tenemos excelentes maestros de guitarra, excelentes maestros de piano; yo particularmente estudio dirección de orquesta.”
Externó su deseo de que el IUBA pueda abrir su enseñanza musical también para los géneros populares, no solo la de conciertos o la academicista en virtud de que se pueden combinar las dos.
“Creo que puedes aprender a hacer jazz mientras estudias una pieza de Vivaldi o puedes hacer un arreglo para mariachi mientras estudias dirección de orquesta, se pueden hacer las dos cosas, es cuestión de trabajar en eso. La escuela es un gran tesoro para Colima”.
Musicalizó el cortometraje ganador en festival de Cine
Carlos Virgilio Mendoza Acevedo no esconde su satisfacción al abordar el tema de los trabajos que ha realizado y destaca el cortometraje colimense “El ocaso de Juan”, cuya música es de su autoría.
Refiere que “El Ocaso de Juan” es un cortometraje realizado en locaciones del norte del Estado de Colima y que fue premiado con mención honorífica en el pasado Festival de Cine de Guadalajara.
“Tal vez no mucha gente sabe que en Colima hay una producción cinematográfica muy importante, recientemente trabajé en el cortometraje El Ocaso de Juan, de Omar Deneb Juárez, que le fue muy bien en el panorama de festivales mexicanos.”
Señala que el cortometraje estuvo presente en más festivales, como en Sonora, Palm Springs, California, incluso París y el Festival de Cine de Morelia. “Colima tiene mucho talento en cuestión de artes, de música y de cine”, enfatiza.
Muestra apertura a todos los géneros
Carlos Virgilio Mendoza Acevedo considera que si bien su preferencia es la composición para películas, como músico no está cerrado a otros géneros o estilos y en ese sentido recuerda que durante su estancia en la escuela de Boston, que aclara no era un conservatorio, pero tampoco una escuela de música popular, le enseñaron tanto música clásica como popular y cómo funcionan ambas.
“Yo celebro mucho que la gente que no es público específico de música clásica se interese por escucharla y al revés, que los públicos específicos de clásica se interesen por lo popular. En mi caso no sólo he trabajado composiciones clásicas, porque los directores a veces me piden canciones de rock, cumbia y me tengo que adaptar”.
Prepara pieza para mariachi y estrenarla en fiestas de La Villa
Nuestro entrevistado comentó que tiene un proyecto para realizar una composición para estrenarla en las fiestas de La Villa con un mariachi de Zapotiltic.
Reveló que de manera particular tiene gusto por el mariachi y en general por el folclor musical de nuestro país y consideró que en el futuro podría estar realizando música para los mariachis de la región, que espera sea un proyecto pueda cumplir.
Sobre esa composición se le preguntó si sería un paso doble y explicó “tiene un aroma a paso doble, pero juega un poco con las formas; digamos que la música tradicional mexicana puede entrar ahí pero no quiero encerrarme, quiero extenderlo un poquito más, sacarle jugo al mariachi a la capacidad que tienen como músicos, entonces por lo pronto no lo encasillo en ningún género, vamos a ver cuando suene, espero y les guste, yo creo que les va a gustar mucho”.
“Nace esta idea de una lluvia de pensamientos y de que me gusta mucho este estilo de música, se me hace música con poder, el mariachi es una agrupación fenomenal para esto, entonces lo comenté con el Secretario de cultura, Carlos Ramírez Vuelvas y vamos a trabajar en esto y esperemos para enero ya esté listo y podamos escuchar ´La Petatera´”.
No tiene preferencias por determinado instrumento
Al inquirirle sobre el instrumento que más prefiere ejecutar, Carlos Virgilio Mendoza refirió que para él es complicado responder en virtud de que su formación es guitarra clásica con el maestro Simone Lannarelli y estudio el piano como un complemento.
“No soy pianista pero estudio un poco de piano, son los dos instrumentos que ejecuto, pero de gustarme es como los colores, me gustan todos porque no me pudiera quedar con uno solo”, expresó
La formación de instrumentista “es cosas seria”, consideró. A los saxofonistas les toma años ejecutar con técnica y dar un buen sonido “yo por ejemplo tengo años practicando guitarra, practicando piano y apenas. Principalmente yo lo que hago es escribir para ellos y para eso no hay necesidad de tocarlos si no simplemente saber cómo funcionan y cómo se escribe”.
Desciende de personajes políticos pero su interés está en la música
La familia de Carlos Virgilio Mendoza Acevedo se ha caracterizado por su activa participación política, principalmente su padre, Virgilio Mendoza Amezcua, quien ha sido presidente municipal de Manzanillo en 2 ocasiones y actualmente diputado federal, pero en los planes del joven Caros Virgilio la política no figura en su futuro inmediato o de medianos plazo, pues solo se dedicaría a ésta después de la música, el arte, la historia y todo lo relacionado a estos campos.
“Por cuestión genética toda mi familia siempre ha estado inmersa en la política, en la comida siempre ha sido de los temas de conversación, que las políticas, que las reformas, que tal funcionario, que tal cosa, desde que era niño, naturalmente me despertó un interés, no estoy diciendo que quiero ser político ni nada, simplemente sí me interesa mucho lo que pase en el ambiente político mexicano y del mundo”, expresa
“Siempre se puede eventualmente gestionar políticamente proyectos culturales, proyectos musicales, que se está trabajando en música al mismo tiempo, gestionar para la comunidad; eso se puede y yo creo que todos los artistas deberíamos estar involucrados en temas así, pero eso de decir que yo quiero ser presidente municipal la verdad no, mi interés es la música”.
Señala que su interés está en la dirección orquestal, en la composición para música de películas “seguir componiendo mi música, dirigirla, seguir trabajando y trabajar en mis proyectos musicales”.
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