Hasta el 80% de la exportación de GM, Ford y Stellantis
Los gigantes automovilísticos estadounidenses serán víctimas colaterales inmediatas de la decisión del presidente de su país, Donald Trump, de imponer en marzo aranceles del 25% a las exportaciones procedentes de Canadá y México.
Colosos como General Motors (GM), Ford y Stellantis (el conglomerado en el que se agrupan Chrysler y Jeep) se arriesgan a que se vea afectado hasta un 80% de sus exportaciones totales en rúbricas clave como los modelos SUV o los pick-up.
Para la fabricación de productos estrella de este tipo son fundamentales las cadenas de montaje con las que ya cuentan todas estas empresas en suelo canadiense y mexicano, cuya producción se destina en su práctica totalidad a la exportación más allá de las fronteras estadounidenses.
Solamente en México, General Motors produjo más de 350 mil unidades en la primera mitad del año pasado, de acuerdo con las cifras que manejan las Secretarías de Comercio de ambos países norteamericanos.
Para ser conscientes del volumen de afectación a Volkswagen, la automovilística alemana cuenta con una de sus plantas más grandes en Puebla, México, con casi 350 mil automóviles fabricados allí en el año 2023, entre los que se incluyen los modelos Jetta, el Tiguan y el Taos, que cuentan con una buena acogida entre los compradores estadounidenses.
Además, Volkswagen está construyendo una gran fábrica de baterías también en México, para la que está realizando una inversión de hasta 4.900 millones de dólares, con el objetivo de utilizar las baterías en los automóviles que vende en América del Norte. Por su parte, la planta de Audi en México, que es la que se encarga de fabricar el Q5, emplea a poco más de 5 mil personas. Además, en 2023 produjo casi 176.000 automóviles y en el primer semestre de 2024, se exportaron casi 40.000 modelos en Estados Unidos.