La ofensiva de las Fuerzas de Apoyo Rápido en el estado de Nilo Blanco ha causado la muerte de al menos 300 personas, incluidos niños
Sudán enfrenta una nueva ola de violencia tras los ataques perpetrados por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en varias aldeas del estado de Nilo Blanco. Según informes oficiales y de grupos de derechos humanos, cientos de civiles, incluidos niños, han perdido la vida en los últimos días.
El Ministerio de Asuntos Exteriores sudanés informó que los paramilitares atacaron a la población tras sufrir reveses militares a manos del Ejército. Las cifras de víctimas varían: mientras el ministerio reporta 433 muertos, el Comité Preliminar del Sindicato de Médicos de Sudán estima 300. Por su parte, el grupo de derechos humanos Emergency Lawyers indicó que más de 200 personas han sido asesinadas y cientos más resultaron heridas en los últimos tres días.
Los informes también señalan crímenes de guerra como ejecuciones sumarias, secuestros, desapariciones forzadas y ataques contra quienes intentaban huir. “Los recientes ataques en Nilo Blanco son parte de una violencia sistemática contra civiles indefensos”, denunció Khalid Ali Aleisir, ministro de Cultura e Información, en un comunicado.
La escalada de violencia en Sudán ha generado preocupación internacional, con llamados urgentes para detener los ataques contra la población civil y facilitar ayuda humanitaria en las zonas afectadas.
