Caldero Político


Fortalecimiento bilateral México-Canadá

En la semana pasada, estuvo en nuestro país el primer ministro de Canadá Mark Carney donde acudió a Palacio Nacional a estrechar un diálogo con la Presidenta de la República Mexicana Doctora Claudia Sheinbaum Pardo y fortalecer con ello acuerdos bilaterales con nuestro país.

La presidenta Claudia Sheinbaum y el primer ministro Mark Carney trazaron un nuevo plan de acción bilateral y coincidieron en que el T-MEC, es el mejor acuerdo comercial entre los dos países con Estados Unidos, por lo que envolvieron fortalecerlo para su próxima revisión en enero del 2026.

El intensificar y consolidar la cooperación, la mandataria nacional, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, anunciaron el lanzamiento de una asociación estratégica integral y un nuevo plan de acción bilateral. Con ello, los dos mandatarios coincidieron en la necesidad de fortalecer los lazos bilaterales para generar certeza, seguridad y prosperidad en ambas naciones ante los cambios del orden mundial. Pero también, coincidieron en generar oportunidades para ampliar el comercio en sectores clave como infraestructura, energía, agricultura y salud, además de promover misiones comerciales y encuentros frecuentes a nivel ministerial.

No se debe olvidar que la relación comercial trilateral México, EUA y Canadá, es una relación que hace contrapeso con los tigres asiáticos y la comunidad económica europea.  El modelo económico de libre mercado camina con total libertad frente a su expansión mundial. La mano invisible de Adam Smith va por el mundo en forma de un fenómeno llamado globalización, que obliga a los países a integrarse para hacer frente a la competencia internacional. En este momento, la lucha por los mercados es por bloques regionales, no por países (el Mercosur, el TMEC y la Unión Europea son claros ejemplos).

Hace dos décadas los estudios acerca de Canadá eran escasos en México, resultado de análisis concentrados en las relaciones bilaterales México–Estados Unidos. La negociación comercial de México con Estados Unidos y Canadá, representa hoy en día una ventaja para la política comercial de México y para el estado del conocimiento de América del Norte.

Para el autor en Relaciones Internacionales Medina y Acevedo (2009), el nexo comercial entre México y Canadá comenzó en el año de 1946, con el Convenio Comercial Bilateral México–Canadá; se amplió con el Convenio de Cooperación Industrial y Energética de 1980; en 1984 continuó con el Memorándum de Entendimiento en Materia de Comercio; en 1989 surgió el Entendimiento sobre un Marco de Consultas para el Comercio y la Inversión, y en 1994 dicho nexo sería parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Este tratado establecía en aquel entonces, lineamientos de reducciones arancelarias, negociadas por periodos de desgravación para determinados productos y sectores. Sin embargo, realmente lo que buscó fue lograr certeza jurídica para el acceso de los productos en los países socios. Como cualquier otro tratado comercial de la extensa red existente, el TLCAN se debió entender como un proceso de desgravación económica que contiene medidas para incrementar el intercambio entre unidades económicas de dos o más países.

Por eso México, esta a la espera de la revisión en enero del 2026 del TMEC, porque este tratado trilateral representa la herramienta económica y jurídica de corto plazo para crear empleos, fomentar el comercio y atraer la inversión, sino que además representa un factor importante para su modernización e inserción en las economías desarrolladas. Cuando se presentó la oportunidad de negociar un tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, se pensó que varios sectores económicos podrían beneficiarse de las ventajas comparativas y competitivas. Así, se fueron identificando y analizando los sectores que entrarían al tratado para aprovechar las desgravaciones arancelarias e insertarse en forma exitosa.

LA INTEGRACION COMERCIAL ES CRUCIAL PARA EL TMEC.

Sin duda, analizar el proceso de integración nos lleva a plantear las siguientes preguntas: ¿qué se identifica como integración económica?, ¿existe sólo un tipo de integración? Para responder la primera interrogante es necesario realizar una revisión de diferentes autores. Para Salvatore Dominick (1999: 299), “La integración económica es una política comercial de reducir o eliminar en forma discriminatoria las barreras comerciales sólo entre naciones que se unen”. Isaac Cohen (1981: 149) señala que la integración se da “cuando dos o más Estados proceden a la abolición, gradual o inmediata, de las barreras discriminatorias existentes entre ellos, con el propósito de establecer un solo bloque económico”. Por su parte, para Ramón Tamames (2003: 207), “Desde el punto de vista económico, la integración comercial es un proceso, a través de él, dos o más mercados nacionales previamente separados y de dimensiones unitarias se unen para formar un solo mercado (mercado común) de una dimensión más idónea”.

Entonces se coincide que el proceso de integración y de revisión del TMEC, es además un proceso de cooperación, porque las acciones encaminadas buscan incrementar el comercio entre los tres países participantes. Este proceso de creación ha sido paulatino y sólido, con algunas crisis a lo largo de su historia, pero siempre considerando los objetivos a alcanzar, ser un bloque competitivo contra los tigres asiáticos y la comunidad económica europea. Veremos que sucede, pero como siempre estaremos atentos al fortalecimiento de esta relación bilateral y trilateral con el fin de fortalecer las relaciones comerciales de México-Canadá-EUA.

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