*Durante la protesta participó el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe
Ejidatarios del municipio de Armería clausuraron un cuarto pozo de agua potable que suministra al puerto de Manzanillo, en protesta por lo que consideran un uso injusto y desproporcionado del recurso hídrico que, aseguran, ha dejado graves afectaciones al sector agrícola local.
La medida, encabezada por el presidente del ejido, Guadalupe Magaña, busca presionar para que se establezca un diálogo formal con autoridades estatales y con el Ayuntamiento de Manzanillo, a fin de revisar los acuerdos existentes sobre la extracción del agua. Los campesinos señalaron que no han recibido respuesta a sus solicitudes previas y que la falta de comunicación los llevó a tomar esta decisión.
La manifestación inició alrededor de las nueve de la mañana en la zona donde se ubica el pozo clausurado. Los inconformes advirtieron que mantendrán su movimiento hasta lograr una mesa de negociación que permita atender sus demandas y plantear una solución al conflicto.
Durante la jornada, también se sumó el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, Jesús Mendoza, quien expresó su respaldo moral a los campesinos y compartió su preocupación por el deterioro que ha sufrido el municipio a causa de la escasez de agua.
Con este cierre, suman ya cuatro los pozos que los ejidatarios han apagado en las últimas semanas. Insistieron en que su intención no es afectar el abasto de Manzanillo, sino que se reconozca el derecho de Armería al aprovechamiento del recurso y se compense el impacto que la extracción ha generado en la producción agrícola y el desarrollo económico del municipio.