La irrupción de DeepSeek, una emergente empresa china, en el campo de la inteligencia artificial ha causado pánico en los mercados y desafiado a gigantes tecnológicos como Meta y Nvidia, poniendo en duda el concepto de que se necesita gran inversión para desarrollar modelos de IA de alto rendimiento
Hasta hace poco, DeepSeek era una empresa poco conocida en el mundo de la inteligencia artificial. Sin embargo, esta emergente compañía china logró un hito tecnológico que sacudió los mercados globales: su modelo de IA alcanzó una capacidad similar a la de otros chatbots líderes, pero utilizando solo una fracción de los recursos que emplean las grandes tecnológicas como Meta y Nvidia. Este avance disparó una crisis bursátil, con caídas superiores al 2% en los mercados de Estados Unidos, Europa y Japón, afectando principalmente a las compañías de tecnología.
La clave de la conmoción fue que DeepSeek demostró que es posible construir un modelo de inteligencia artificial de alto rendimiento con una inversión mucho menor a la que se había considerado necesaria. Este logro puso en tela de juicio uno de los pilares fundamentales que había impulsado la competencia entre gigantes de la IA: que para desarrollar modelos potentes es necesario gastar grandes sumas en chips y semiconductores.
Cade Metz, periodista especializado en IA para The New York Times, resumió el impacto de la noticia: “DeepSeek causó conmoción en todo el mundo porque logró crear un modelo de IA muy potente con mucho menos dinero del que muchos expertos creían posible. Esto ha abierto una gran pregunta sobre si las empresas estadounidenses son realmente competitivas en IA”.
A raíz de este avance, OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT, inició una investigación sobre si DeepSeek habría utilizado datos de sus sistemas para mejorar sus modelos. Una portavoz de OpenAI afirmó que están tomando “contramedidas agresivas” para proteger su tecnología y siguen colaborando estrechamente con el gobierno estadounidense para resguardar los modelos de IA más avanzados desarrollados en el país.
Cabe destacar que OpenAI también enfrenta diversas demandas legales relacionadas con el uso de datos protegidos por derechos de autor para entrenar sus sistemas de inteligencia artificial. Entre estas demandas se incluye una interpuesta por The New York Times, que acusa a la empresa de emplear contenido bajo derechos de autor para entrenar a su sistema, junto con Microsoft, que también está involucrado en el proceso.
Este acontecimiento marca un punto de inflexión en la competencia global en IA y plantea interrogantes sobre las futuras dinámicas de innovación, ética y regulaciones en este campo. La irrupción de DeepSeek podría reconfigurar el panorama de la inteligencia artificial y la manera en que las empresas compiten por liderar esta tecnología revolucionaria.