Descubren tumbas de 3,600 años, en Egipto


Un equipo de arqueólogos halló tumbas, pozos de entierro y artefactos únicos cerca de Lúxor, Egipto, que datan de épocas como el Reino Medio y la dinastía 17. Este descubrimiento ofrece una nueva ventana al pasado del antiguo Egipto
Egipto anunció el hallazgo de importantes vestigios arqueológicos en la calzada del templo funerario de la reina Hatshepsut, ubicado en Deir al-Bahri, cerca de Lúxor. Los descubrimientos, liderados por la Fundación Zahi Hawass para Antigüedades y Patrimonio en colaboración con el Consejo Supremo de Antigüedades, incluyen tumbas talladas en roca, pozos de entierro y artefactos que datan de hace más de 3,600 años.
Entre los objetos recuperados destacan monedas de bronce con la imagen de Alejandro Magno, juguetes infantiles de arcilla, máscaras funerarias, escarabajos alados y amuletos. Uno de los hallazgos más notables es un ataúd antropoide de madera que contenía los restos intactos de un niño, preservados desde su funeral hace más de tres milenios.
Zahi Hawass, destacado arqueólogo egipcio, explicó que este descubrimiento podría ser crucial para reconstruir aspectos desconocidos de la historia egipcia, especialmente sobre los programas y rituales realizados dentro de los templos.
Además, los arqueólogos identificaron restos del Templo del Valle de la reina Hatshepsut, tumbas saqueadas durante el período ptolemaico, y una necrópolis extendida construida sobre los restos del templo. Las tumbas, pertenecientes a altos mandos militares, incluían arcos de guerra y evidencias de que los ocupantes lucharon en la liberación de Egipto de los hicsos.
El sitio también arrojó información sobre la tumba de Djehuti-Mes, un alto funcionario que supervisaba el palacio de la reina Teti Sheri. Las inscripciones en las estelas funerarias datan este hallazgo al noveno año del reinado del rey Ahmose I, alrededor de 1550-1525 a.C.
Aunque gran parte de la necrópolis ptolemaica fue excavada a principios del siglo XX, los registros de esos trabajos eran incompletos. Este nuevo esfuerzo arqueológico permite documentar adecuadamente la riqueza y diversidad de la historia funeraria de Egipto.