Rafael Martínez Valdez
El arte de hacer churros, ha pasado de generación a generación, en el ya conocido puesto “El Rey del Churro” ubicado en la calle Filomeno Medina esquina con Ignacio Zaragoza, en el centro de la ciudad de Colima.
El señor Rafael Sánchez de 54 años de edad, actual encargado de este concurrido puesto, dijo que desde los 15 años, trabajo con su abuelo Rafael Sánchez Aguilar quien comenzó el negocio y aprendió el oficio que también realizó su padre Vicente Uriano Iglesias quien murió hace como 40 años.
Señaló que se siente muy orgulloso de la actividad que realiza, debido a que la gente le reconoce que tiene el mejor de churros de todo Colima, incluso dijo que hace años, un hombre español, le ofreció trabajar para él, en un restaurante en las Vegas, debido a que aseguró que ningunos churros que había probado alrededor del mundo, sabían tan ricos como los que prepara el Rey del Churro.
Explicó que debido a los años que lleva trabajando ahí, es visitado frecuentemente con clientes, que lo visitaban cuando salían de las escuelas y ya ahora, son personas casadas y con familia, que lo visitan y les dicen a sus hijos, que ellos acudían a ese lugar, para disfrutar de un buen churro, por lo que el gusto por el lugar se ha vuelto una tradición para diversas generaciones.
Sin embargo, no siempre tuvo el gusto por la venta de churros, ya que cuando era joven, dejo de hacerlo por un tiempo, porque le daba mucha pena venderlos y trabajo de albañil, pero al tiempo regresó al negocio familiar.
Rafael Sánchez recordó que cuando comenzó aprender hacer churros, prendían fuego con carbón, ya que no había gas como hoy en día, también aseguró ha mejorado la receta familiar, por lo que le da un toque especial.
Explicó que cuando él tuvo el mando del negocio, introdujo el plátano frito en su trabajo diario, y en fechas navideñas los buñuelos, siendo está época donde tiene mejor venda, ya qu al día el lleva 10 kilos de harina preparada para hacer los churros, de donde salen más de 500 roscas, como le llaman, que es cuando vierte la harina sobre el aceite caliente y sale una sola tira, de la que salen 25 churros de cada rosca.