La Fundación Juan Rulfo ignora deliberadamente un pasaje muy importante en la vida del escritor jaliscience.
Rulfo siempre lo ocultó y la Fundación lo ‘asegundo’. Cuando se escribe una biografía, tiene que hacerse sin dejar vacíos de existencia o huecos que no corresponden a una cronología de vida.
La omisión, silencio o desdén al pasar por alto el tiempo en el que Juan Rulfo fue seminarista, resulta difícil de entender, porque, tal vez, ahí nació su inspiración de escritor guiado por un excelente maestro siendo alumno del Seminario Conciliar de Guadalajara.
Fue en 1932 cuando ingresó a esta institución religiosa, después de concluir sus estudios en el orfanato-escuela Luis Silva en la capital tapatía. El cronista de San Gabriel José de Jesús Guzmán me comentó que Juan Rulfo (huérfano de padre y madre) ingresó al seminario por la influencia de su madre materna, María Rulfo quien era muy religiosa.
El presbítero Tomás de Hijar Ornelas, cronista de la Arquidiocésis de Guadalajara, comenta y detalla en la Web la estancia de Juan Rulfo en el seminario, y precisa: “Sin que nadie lo indujera, sintiendo el germen de la vocación y sin estar clausurada la Universidad de Guadalajara, como algunos biógrafos afirman, Pérez Rulfo cursó los estudios de secundaria en el Seminario Conciliar entre 1932 y 1934”.
“Juan N. Pérez (Juan Rulfo) formó parte del Segundo A en momentos muy duros para la institución por el anticlericalismo del gobernador Sebastian Allende, quien incautó las instalaciones del Seminario. En ese entonces, el director era don Ignacio de Alba Hernández, futuro obispo de Colima”.
Juan Rulfo tenía 15 años de edad cuando ingresó al primero de los tres grupos de segundo año de secundaria. Tuvo como mentor al humanista doctor Manuel de la Cueva quien inició a Juan Rulfo en la literatura. Sostuvo una relación de cercanía que duró toda la vida.
Entre los 16 alumnos compañeros de Rulfo en 1932-1933 estuvieron los futuros obispos Adolfo Hernández Hurtado y Carlos Quintero Arce. Las asignaturas fueron: Religión, en la que obtuvo la nota suprema, al igual que en Geografía, Disciplina, Gramática y Latín, idioma del que tradujo 40 sentencias, 25 cartas y 25 fábulas.
En el período de 1933-1934 el incipiente escritor tuvo como profesor José de Jesús Navarro de la Torre, uno de los mejores maestros de Filosofía del Seminario Conciliar de Guadalajara.
El cronista de Sayula, Federico Munguía Cárdenas (QEPD), en una de varias entrevistas, comentó que el escritor de Sayula, tal vez, ocultó su paso por el seminario por sugerencia de su tío el capitán David Pérez Rulfo, quien peleó en contra de los cristeros.
En 1934, Juan decide dejar el seminario para irse a la ciudad de México con sus hermanos Francisco y Severiano, quienes al quedarse huérfanos de padre y madre estuvieron bajo la custodia del tío David, muy cercano al subsecretario de Guerra Manuel Ávila Camacho a quien recomendó al sobrino Juan para ingresar a la Secretaría de Gobernación con el nombramiento de Oficial Quinto.
En 1947 Juan Rulfo contrajo matrimonio con Clara Aparicio en el templo Del Carmen de la ciudad de Guadalajara. El sacerdote que ofició la misa fue Manuel de la Cueva, su maestro de literatura en el seminario.
Ocultar que fue seminarista en tiempos de persecución y resentimientos de la lucha Cristera es comprensible, no así el silencio de la Fundación Juan Rulfo, porque eso no basta para ocultar lo que no se puede borrar, porque, puede ser la formación literaria y filosófica que adquirió con excelentes mentores hayan despertado e impulsado al Juan Rulfo escritor, innovador en la narrativa y a quien le bastó una sola obra para subir al ‘Olimpo’.
En sus casi 330 de antigüedad, el Seminario Diocesano de Guadalajara tuvo alumnos distinguidos que fueron escritores reconocidos e ilustres como: Juan Nepomuceno Pérez Vizcaíno (Juan Rulfo), Adalberto Navarro Sánchez, Mariano Azuela, Luis Pérez Verdía, Enrique González Martínez, José María Vigil, Agustín de la Rosa y Luis Sandoval Godoy.
¿Sin su paso por el seminario, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Vizcaíno, sería Juan Rulfo? “Yo solo soy católico de dicho, aunque he leído del Génesis al Apocalipsis…y los he vivido”: Juan Rulfo