Un violento enfrentamiento entre fuerzas federales y civiles armados sacudió la región de la Ciénega, en la frontera entre Jalisco y Michoacán, dejando un saldo de cinco militares muertos y seis civiles heridos. La agresión, atribuida a un grupo criminal conocido, se llevó a cabo en varios puntos estratégicos, desencadenando un operativo de seguridad de gran escala.
El primer ataque ocurrió en un tramo carretero del municipio de Chilchota, Michoacán, donde elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) fueron emboscados por un grupo de hombres armados. El ataque resultó en la muerte de tres militares y dejó a otros dos con heridas de bala.
Poco después, un segundo enfrentamiento tuvo lugar en la localidad de Guadalupe de Lerma, en el municipio de La Barca, Jalisco. En este caso, los agresores dispararon contra agentes de la Guardia Nacional (GN), provocando la muerte de dos oficiales.
Escalada de violencia y cierre de autopista
Tras los primeros ataques, las fuerzas de seguridad desplegaron un operativo de búsqueda de los agresores en la carretera Yurécuaro-Vista Hermosa. Sin embargo, a la altura de la comunidad de El Sabinito, los oficiales fueron nuevamente atacados, lo que elevó la tensión en la zona.
El enfrentamiento provocó bloqueos en distintos puntos, con vehículos incendiados en Zamora, Michoacán, y un intenso tiroteo que se extendió hasta la caseta de Ocotlán, Jalisco. Ante la magnitud del conflicto, las autoridades decidieron cerrar un tramo de 50 kilómetros de la autopista Morelia-Guadalajara para evitar riesgos a la población civil.
En respuesta a la agresión, fuerzas estatales y federales reforzaron las labores operativas en la región para dar con los responsables. Autoridades confirmaron que los atacantes pertenecen al CJNG, grupo criminal con fuerte presencia en la zona y que en los últimos meses ha protagonizado múltiples enfrentamientos con fuerzas del orden.
Hasta el momento, no se ha informado sobre detenidos, pero las operaciones continúan con patrullajes y sobrevuelos en la región para garantizar la seguridad de los habitantes.
Este nuevo episodio de violencia resalta la creciente amenaza que los grupos criminales representan para las fuerzas de seguridad en México, así como los desafíos en la lucha contra la delincuencia organizada en regiones estratégicas como los límites de Jalisco y Michoacán.