El presidente Donald Trump reafirmó su propuesta de que Israel entregará Gaza a Estados Unidos tras la guerra, asegurando que no se desplegarán tropas y que los palestinos serán reasentados en otras regiones
Donald Trump volvió a sorprender al mundo con su declaración de que, al finalizar la guerra, Israel entregará la Franja de Gaza a Estados Unidos, con el objetivo de reurbanizar el enclave y reasentar a los palestinos en otras regiones de Oriente Medio. El mandatario estadounidense reiteró su plan en su red Truth Social, asegurando que “no se necesitarían soldados de EE.UU.” y que la medida traería estabilidad a la región.
El anuncio, realizado originalmente en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desató una ola de críticas a nivel mundial. Gobiernos árabes, líderes palestinos y analistas internacionales calificaron la propuesta como una violación del derecho internacional y un intento de borrar la identidad palestina.
La administración Trump ha intentado moderar el impacto de la propuesta. El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que la idea “no pretende ser hostil” y que el desplazamiento de los palestinos sería “temporal”. Sin embargo, Trump dejó en claro el jueves que sigue adelante con su planteamiento original, que incluye el reasentamiento de dos millones de palestinos en otras naciones de la región.
Según Trump, una vez que Israel entregue Gaza, los palestinos “ya habrían sido reasentados en comunidades mucho más seguras y hermosas, con casas nuevas y modernas”. Acto seguido, Estados Unidos, junto con empresas internacionales, iniciaría un ambicioso proyecto de reconstrucción del enclave.
El New York Times reveló que la propuesta de Trump fue improvisada y no discutida previamente con el Pentágono ni con el Departamento de Estado, lo que generó confusión incluso dentro de su propio equipo. Por su parte, el ministro de Defensa israelí ordenó al ejército prepararse para salidas “voluntarias” de los habitantes de Gaza, aunque no se detalló cómo se llevaría a cabo dicho proceso.
A pesar de la falta de detalles y la controversia internacional, Trump mantiene su postura y promete que su plan traerá “felicidad, seguridad y libertad” a la región. Sin embargo, la comunidad internacional sigue en alerta ante la posible ejecución de una medida sin precedentes en el conflicto israelí-palestino.