Entre las palmeras
Tener un perro en casa no es cualquier cosa; es un gran privilegio, pero también implica mucha responsabilidad.
Hoy 21 de julio es el Día Mundial del Perro, por lo que desde este espacio le mando un fuerte saludo a mi perra Laika, y al montón de mis peluditos sobrinos.
Tener un perro en casa no es cualquier cosa; es un gran privilegio, pero también implica mucha responsabilidad, ya que requieren de cuidado y mucho afecto o amor, que viene siendo lo mismo.
Es lamentable que muchos porteños se hagan de un perro, y los compran o adoptan desde cachorritos, porque a esa edad enternecen a la gente; pero, tristemente, cuando dejan de ser cachorros, los desechan.
Los más buenas gentes los llevan a un refugio, mientras que otros de mala entraña, simplemente los abandonan a la vil intemperie.
Quiero aclarar que en Manzanillo nunca hemos tenido una perrera, ni tampoco un centro de control animal, como afirma cierta funcionaria del gobierno municipal de Manzanillo.
Y, si no hemos tenido estos lugares, tampoco han estado a cargo de servicios públicos. Fue precisamente, que, por haber en Manzanillo abundancia de perros callejeros, en nuestras calles, plazas, playas y jardines de la ciudad, que nacieron los refugios para los canes en situación de calle. Refugios que, por cierto, son particulares.
Mucho hemos avanzado en la concientización de adoptar un perro; sin embargo, todavía hay quien los tiene en su casa como si fuera policías para el cuidado de la vivienda, y, en su afán de hacerlos bravos los tienen a sol y a sereno con muy poca alimentación y agua.
Pero, un can se hace muy protector cuando se le prodiga amor. Mientras más chiqueado se tenga a un perro, más bravo se va a hacer, pues, si hay alguien agradecido en esta vida, éste es un can.
Así es que, en correspondencia a ese amor y cuidado que sus amos les dan, ellos cuidarán con mayor bravura a la vivienda y a la vivienda, que es su familia.
Tener un perro en casa trae también muchos beneficios para toda la familia, e inclusive, son muy recomendables para las personas solas o para adultos mayores; claro que teniendo la raza de perros que se apegue y adapte a la necesidad de la persona, ya que hay razas de perros tranquilos, calmados, que solamente les gusta estar en casa, echaditos, comiendo, en un sillón o en el regazo de sus amos.
En cambio, hay otros perros, que son muy energéticos, activos, que aman correr, jugar y que muy difícilmente se calman, así como para personas igualmente activos que ellos, o donde hay niños.
Dicen que los perros son el mejor amigo del hombre, pero yo agregaría que también son los mejores psicólogos del mundo.
Es increíble que cuando se acerca una persona a nuestra casa, nuestro perro reaccione de diferentes maneras; con algunas personas se comportan amablemente, hacen reverencias o caravanas, mueven la colita de un lado para el otro, etc.
Con otras, en cambio, todavía no se acercan a la puerta, cuando el perro se eriza del lomo, gruñe ferozmente, muestra los dientes y ladra incesantemente.
Toma una postura corporal dispuesto a arrojarse a la persona visitante. Lo curioso es que, en ambos casos, sin conocer a los visitantes; y lo mismo, si es familiar o no.
Todo esto es porque ellos sienten, o como dijeran hoy, psicoanalizan a las personas rápidamente, discerniendo las intenciones que traen; aunque muchas de las veces, intuyen el temor que la persona le tiene al can.
En fin, que tener un perro es la gran cosa.
He escuchado que desde hace varios meses que se ha estado supuestamente haciendo un reglamento por el Ayuntamiento de Manzanillo para la protección de los animalitos, en donde entrarían los perros y gatos; pero, el tal reglamento nomás no se ha concretado.
Otra cosa que tampoco hemos escuchado es que se lleve a cabo la campaña de vacunación antirrábica de manera masiva; y eso que muchos que laboran en el gobierno dicen amar y preocuparse por los animalitos.
Pero, ya veremos los amos como le hacemos para vacunar a nuestros perros contra la rabia.
Ah, y para esterilizarlos, porque han disminuido mucho las campañas de esterilización. Pues, mientras sean peras o sean manzanas, hoy hay que celebrar y apapachar a nuestros perrunos por su día social.