Hace 42 años se inauguró el Hospital General de Zona 10 del Imss en Salagua


Al verlo tan sólido, nadie pensaría que solo duraría 15 años en servicio

El crecimiento poblacional alcanzó a Manzanillo, y muchos servicios que anteriormente se encontraban en el área del antiguo casco urbano empezaron a salir del área, en pro de un intento de descentralización, pues también, para ese entonces, muchas familias empezaban a trasladarse a vivir a nuevas colonias. Es por esta razón que desde finales de los años setenta se empezó a barajar la posibilidad de trasladar los servicios hospitalarios que brinda el IMSS a sus derechohabientes, a un área en expansión de la mancha urbana.

UNA OBRA IMPONENTE

Esto se materializó en el año de 1980, hace ya cuarenta años, siendo Presidente de la República el Lic. José López Portillo, y Arsenio Farell Cubillas Director General de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Fue el 8 de septiembre de 1980, cuando cristalizaron las gestiones realizadas por la Gobernadora del Estado de Colima, Griselda Álvarez Ponce de León; y Alberto Lario Gaitán, Presidente Municipal de Manzanillo, y queda concluida la obra del Hospital General de Zona No. 10 en Salagua, frente al mar, el cual daría servicio a toda la zona, incluyendo a personas de otros municipios colimenses y hasta del vecino estado de Jalisco. Era una obra verdaderamente imponente, que resaltaba por su solidez manifiesta, con gruesas columnas, materiales de alta calidad y, en fin, que se notaba que no se habían reparado gastos en su edificación. Las personas señalaban, como se dijera en su momento del Titanic, que era un edificio tan macizo, tan fuerte, que era una obra para durar muchísimos años, probablemente mucho más de cien. Tras ponerse a punto todos los detalles de las áreas que ahí darían servicio, el 21 de febrero de 1981 se puso en servicio este nuevo hospital, que enorgullecía a los manzanillenses por la calidad de su manufactura, en la dirección Boulevard Costero Miguel de la Madrid Hurtado, Viveros Pelayo Número 28869. Contaba con estacionamiento subterráneo y otros cuatro pisos, el último de los cuales nunca se ocupó.

DÉCADAS DE CARENCIAS EN SERVICIOS DE SALUD

Y, ¿cómo no iba a enorgullecer a los locales? Si Manzanillo siempre tuvo carencias, limitaciones y deficiencias en sus servicios médicos y a la salud desde su misma formación en 1925. En aquellos tiempos era una población insalubre, donde las epidemias eran cíclicas, matando seres humanos y afectando la vida de muchos más. Ni siquiera había profesionales de la salud, a excepción de algunos médicos extranjeros, residentes en la Colonia Americana, algunos de los cuales llegaron con la comitiva que se asentó en el Barrio de El Vigía junto al Ing. Coronel Edgar K. Smoot; mucho menos había clínicas u hospitales. Es en ese marco que el conocido filántropo Heliodoro Trujillo, dueño de una considerable fortuna, lega en su testamento sus cuantiosos capitales para la fundación de un hospital en Manzanillo; sin embargo, cuando se entrega su herencia a la Junta de Beneficencia, solamente reciben la cantidad de 24 mil 948 pesos, la cual era insuficiente para una obra de esta clase, por lo que toman la decisión de fortalecer con ello al Monte de Piedad de la ciudad de Colima, lo cual fue una medida que no agradó a los porteños, que ya soñaban con poder contar con una institución que atendiera sus males. Nuevamente quedan desprotegidos en esta área, auxiliándose con los boticarios locales, que eran unas verdaderas eminencias, así como las parteras, que eran las que atendían a las parturientas, y también eran muy eficientes, dentro de sus alcances.

LOS HOSPITALES CRUZ AZUL Y CIVIL

Es hasta el año de 1930 que por fin se empieza a ver una luz al final del túnel en cuanto al tema de la salud en Manzanillo, cuando abre sus puertas el Hospital Cruz Azul, que atendía a enfermos de diferentes clases, pero que principalmente se enfocaba en los enfermos de lepra, la cual era un azote de la región, pues por muchos años -hasta no hace tanto tiempo-, Colima tuvo los números más altos en cuanto a padecimientos registrados de esta enfermedad. Este edificio, totalmente construido a base de madera, tipo californiano, tenía dos pisos y era muy amplio, estando ubicado frente al mar en el área de la Playita de En Medio, en la parte baja de lo que hoy es el Sector 6, y que en ese tiempo se le conocía como el Cerro de El Culebro. El predio era propiedad de Laureano Cervantes Vázquez, Gobernador del Estado de Colima entre 1927 y 1931. Como en general, en toda la región costera de Colima, los servicios médicos y de salud eran casi nulos o de muy baja calidad, este hospital tomó importancia durante el tiempo que estuvo en funcionamiento, de manera que el 23 de junio de 1932, un día después del maremoto o tsunami que golpeó al poblado turístico de Cuyutlán y en general a toda la costa colimense y occidente del país, todos los heridos de la región fueron trasladados para su atención médica a este hospital. No solamente provenían de Cuyutlán, pues una buena parte del litoral fue golpeado por las altas marejadas, entre Michoacán y Jalisco, incluyendo a toda la costa de Colima, desde luego.

En el año de 1933, Cervantes Vázquez decidió vender el inmueble donde operaba el Hospital Cruz Azul, el cual fue comprado por uno de sus hombres de confianza en Manzanillo, que era mi abuelo Wenceslao Cisneros Villegas, quien ahí vivió con su familia e instaló una tienda de abarrotes también, además de desempeñar algunos puestos públicos, como comandante de la policía. Al parecer, por el hecho de ahí haberse atendido a muchos enfermos de diferentes males, al poco tiempo mi abuelo contrae la tuberculosis y, como en ese tiempo este mal era incurable, muere. En el año de 1934 llega a la Presidencia de la República el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, quien tenía algunas amistades en Manzanillo, como la señora Anita Barragán de Villegas, y visitaba con frecuencia el puerto y el cercano Cuyutlán, de manera que ya conocía las necesidades que se tenían en un puerto que por entonces estaba en franco crecimiento, pero que carecía de un mercado y un hospital. Es por eso que se pone manos a la obra en solucionar estos rezagos, y en julio de 1939 es que se inaugura el Hospital Civil de Manzanillo, el cual fue construido por la Junta de Mejoras Materiales, a cargo de Julián Terminel. Sin embargo, la población de Manzanillo siguió creciendo en las dos décadas siguientes, y ya para finales de los años cincuenta se requería aumentar la cobertura de salud, y, sobre todo, darle seguridad social y médica a los trabajadores. El 10 de septiembre de 1944 se participa que ya se puede adquirir la penicilina en el estado, aunque de forma precaria, limitada.

EL SEGURO SOCIAL LLEGA A MANZANILLO

Es en ese tiempo que el Imss, ampliando sus alcances de servicios médicos en la entidad colimense, el 15 de abril de 1958 alcanza a las poblaciones de Armería y Manzanillo, estando sus precarias instalaciones en la Carrillo Puerto, a un costado de la Escuela Particular Miguel Hidalgo, frente a donde por años estuviera la Funeraria Magaña, ya desaparecida. Es ahí donde mi madre, la señora Celia Cisneros Amaya, es requerida, como alumna destacada  recién egresada de la Academia Comercial Excélsior de Basilisa Ruvalcaba, para convertirse en la primera secretaria de esta institución en Manzanillo. Para ese entonces, el IMSS tenía 15 años de existencia en el país. El 27 de septiembre de 1959 un ciclón de categoría 5 plus golpea a Manzanillo con toda su furia, matando e hiriendo a muchas personas, principalmente en el barrio de La Pedregosa y los sectores de la ciudad. Es entonces que, pasada la emergencia, se encarga al Instituto Mexicano del Seguro Social la construcción de la primera unidad habitacional en forma de Manzanillo, a donde se pensó reubicar a las personas que vivían en asentamientos peligrosos en caso de un desastre como el mencionado ciclón o un terremoto. Dentro de esta nueva colonia, la Unidad Habitacional Padre Hidalgo, se construyó la Clínica Médica del IMSS, con consultorios, laboratorios, área de internamiento, cuneros y todo lo necesario para cubrir esta necesidad de los trabajadores manzanillenses afiliados a esta institución. En septiembre de 1960, el Presidente Adolfo López Mateos, acompañado de su esposa, Eva Sámano Bishop, inaugura el lugar. Esto se complementó con el hecho que el 12 de diciembre de 1975 se inauguró el Hospital General de la Marina en Manzanillo, ubicado en Las Brisas.

15 AÑOS SOLAMENTE

Veinte años pasaron para que se viera la necesidad de contar con un nuevo nosocomio para la zona, y es así que nace el Hospital General de Zona No. 10 del IMSS en Salagua. En efecto, dio un excelente servicio a todo el municipio con sus múltiples servicios, en un edificio funcional y con muchas facilidades para atender a gran cantidad de personas de toda la región. Sin embargo, el gusto no duró mucho, pues éste quedó arruinado por los daños resultantes de potente terremoto del 9 de octubre de 1995, el cual alcanzó la magnitud de 8 grados según algunas fuentes, mientras otras incluso lo reportan siendo de mayor intensidad, ocurriendo a las 9: 35:53 de la mañana de aquel fatídico día lunes, estando el epicentro ubicado en la costa de Colima. Tras de esto, se revisaron muchos edificios para ver los daños, y en el caso del Hospital General de Zona No. 10 del IMSS, aunque en un principio se pensó que podría seguir siendo utilizado sin problemas tan solo con algunas pequeñas reparaciones puntuales, pues se veía sólido y sin mayores daños a simple vista, el personal que ahí laboraba se negó a entrar a trabajar mientras no se hiciera una valoración más completo, por temor a que los daños fueran graves. Finalmente, diversos dictámenes de ingenieros de la Universidad de Colima establecieron que ya no podía ser utilizado, y ahí se dejó en el abandono por los últimos 27 años.

Pareciera mentira que un edificio que se veía tan fuerte, tan resistente, durara tan poco tiempo en buenas condiciones, y hoy solamente queda su esqueleto, vacío y oscuro, refugio de malandrines y visitado frecuentemente por cazadores de fantasmas y psicofonías. Muchas personas han asociado el lugar a actividad paranormal y ha sido visitado por youtubers y algunos programas de radio y televisión a nivel local y nacional, incluso programas de Televisión Azteca (Extranormal), recordando que uno de los primeros en hacerlo para un programa de radio local, fue el recordado Eustacio “Tacho” Muñoz Jr. Se ha anunciado sin embargo recientemente, que en breve se comenzará con la demolición del viejo edificio dañado, y la construcción de uno nuevo, más resistente y funcional que aquel.