Harán caminata en defensa de la Laguna de Cuyutlán

Un grupo de biólogos y oceanólogos analizó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto portuario y concluyó que la laguna no podría sobrevivir a las obras de expansión.

COLIMA, COL.– Colectivos ambientales y habitantes de Cuyutlán convocaron a una caminata pacífica este miércoles 29 de octubre, a las 5 de la tarde en el Jardín Núñez de la capital del estado, con el propósito de manifestarse en defensa de la Laguna de Cuyutlán, ante lo que consideran una amenaza por la expansión del puerto de Manzanillo.

De acuerdo con los organizadores, el ecosistema lagunar de Cuyutlán constituye un patrimonio cultural y natural de relevancia nacional e internacional.

Un grupo de biólogos y oceanólogos analizó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto portuario y concluyó que la laguna no podría sobrevivir a las obras de expansión. Entre los riesgos mencionados se encuentra el dragado, que podría provocar el estancamiento del agua, y la instalación de una estación de combustible de Pemex, que incrementaría la posibilidad de contaminación y daños irreversibles en caso de derrames.

Asimismo, se advirtió que la ejecución del proyecto implicaría la destrucción de las Islas Cocodrilos, consideradas sitios arqueológicos estudiados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), además de afectar el hábitat de cocodrilos que habitan el denominado Vaso II. También, las rutas de navegación previstas interferirían con las zonas de anidación de tortugas golfinas y laudes, estas últimas catalogadas en peligro de extinción.

Los convocantes también cuestionaron la viabilidad del proyecto por la situación de los acuíferos en Manzanillo, Armería, Tecomán y Minatitlán, que —según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua)— se encuentran sobreexplotados. Advirtieron que un eventual crecimiento poblacional derivado de la expansión portuaria agravaría la escasez de agua en la región.

Un grupo de biólogos y oceanólogos analizó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto portuario y concluyó que la laguna no podría sobrevivir a las obras de expansión.