Durante el siglo XIX, época en que nació Manzanillo, ya con el México independiente, en todo el mundo, no solamente en nuestro país o la región, las telecomunicaciones no existían y el primer gran avance en este sentido se dio en cuanto al servicio telegráfico.
LLEGADA DEL PRIMER. SERVICIO DE TELECOMUNICACIONES AL PAÍS
Aunque ya existían varios prototipos rudimentarios de telégrafos a ambos lados del Océano (América y Europa), el primer gran avance hacia su desarrollo y perfección lo dio el estadounidense Samuel Morse en 1836, quien creó también el sistema utilizado por ese artefacto. En México este invento fue introducido por Juan de la Granja en el año de 1850, haciendo la primera demostración exitosa un 30 de noviembre, entre el Palacio Nacional y el Colegio de Minería en la Ciudad de México.
La primera línea telegráfica se instaló entre la Ciudad de México y el puerto de Veracruz, con una extensión de 408 kilómetros en 1852, la cual incluía a Puebla. La segunda línea fue la llamada del interior, Ciudad de México-León-Guanajuato, un año después. Esto fue creciendo durante el imperio de Maximiliano y el gobierno de Benito Juárez, hasta llegar a su apogeo durante el gobierno de Porfirio Díaz.
LLEGANDO HASTA EL PUERTO DE MANZANILLO
Es algo de resaltar por su importancia el hecho de que tan solo 19 años después de la primera demostración de esta innovación tecnológica de telecomunicaciones y 17 después de haberse establecido la primera línea nacional, este reciente invento, el principal en este campo en el mundo por aquellos años, llegara hasta nuestro estado de Colima, y más propiamente, hasta el puerto de Manzanillo.
La razón fue porque la administración encabezada por el Gral. Porfirio Díaz Mori, conocida como el porfiriato, que fue muy propicia hacia nuestra población costera en muchísimos aspectos, entendió la importancia de tender una línea telegráfica entre el Océano Pacífico y el Atlántico, en la zona del Golfo de México, y, así como de aquel lado se escogió para ello la oficina correspondiente a Veracruz, que era por entonces el principal puerto mexicano, se eligió para el lado del Pacífico que tuviera este lugar de privilegio el novel puerto de Manzanillo, quien estaba en franco desarrollo.
CONEXIÓN DE TODO EL ESTADO
Fue así como el 23 de abril de 1869, hace 155 años, se inauguró en Manzanillo la oficina telegráfica que unió ambos lados del país, tan solo sesenta años después a las innovaciones de Morse, y esto se complementó cuando hace ciento cuarenta y tres años, el 2 de agosto de 1881, se instaló una oficina telegráfica en Paso del Río, hoy Cofradía de Juárez, la cual conectaba el servicio de una manera eficiente entre Colima y Manzanillo.
De hecho, Paso del Río era por ese entonces una importante conexión entre la parte alta del estado y la zona costera-lacustre correspondiente a Manzanillo, tanto así que también la terminal del Vapor Colima, pequeña embarcación que surcaba la bahía comunicando al puerto de Manzanillo con el resto del estado, se encontraba en esa población, hoy en el vecino municipio de Armería.
MARIANO SCHIAFFINO, EL PRIMER TELEGRAFISTA EN MANZANILLO
El primer telegrafista que tuvo el puerto de Manzanillo fue Mariano Leopoldo Schiaffino y Ametler. Este famoso personaje, quien estaba casado con una prima de Don Porfirio, Doña Inés Soto y Mori, fue miembro de la Compañía Hidroeléctrica de Chapala y quien, en unión con Don Luis Brizuela, trajo la electricidad a Colima en 1906.
Don Mariano L. Schiaffino fue originario del pueblo de Hostotipaquillo, centro de las propiedades rurales de su familia, donde nació el 2 de marzo de 1847. Él realizó sus estudios en el Colegio Municipal de París, a cuyas aulas concurrió durante tres años, habiéndolo obligado a abandonarlas los quebrantos sufridos en los intereses de su padre. No obstante que no llegó a obtener ningún título profesional, poseía amplios conocimientos en ingeniería mecánica, los que demostró ampliamente en las actividades a que se consagró.
Prestó importantes servicios en el ramo de telégrafos, trabajando en la instalación de la línea de Guadalajara a Tepic y en la estación de Minatitlán, Veracruz, de donde volvió a Guadalajara en 1885 a hacerse cargo de la primitiva planta de luz eléctrica y posteriormente de las de luz y fuerza motriz, las que atendió con beneplácito general hasta su fallecimiento.
Dotado de grande ingenio, cultivó las letras con provecho, habiéndose especializado en el género humorístico, en el que logró descollar como pocos, según lo demostró en los artículos que en escaso número dio a luz en diversos periódicos y revistas, calzados muchos de ellos con su popular seudónimo de Ságito.
Publicó en 1894 un volumen intitulado “Solfeos”, inspirado en los “Ripios” del famoso crítico español Don Antonio de Valbuena, quien lo felicitó por dicho trabajo, enviándole su retrato con honrosa dedicatoria. Murió en Guadalajara el 25 junio de1916.
DON ALFREDO CRUZ TORRES, UN RECORDADO TELEGRAFISTA
Un famoso telegrafista que se recuerda en Manzanillo por su labor en muchas áreas fue Don Alfredo Cruz Torres, quien en la década de los veinte del siglo pasado llego a Manzanillo, hace ya más de cien años.
Fue encargado del telégrafo en la estación del ferrocarril, por medio del cual, el 24 de mayo de 1928, hace 96 años, fue el responsable de avisar a la capital del estado que el Puerto de Manzanillo había sido atacado y tomado por los cristeros, de manera que esto posibilitó que el Gobernador del Estado en ese tiempo, Don Laureano Cervantes, acudiera con tropas del ejército a recuperar por sorpresa la plaza, lo cual logró con éxito.
Don Alfredo fue ferrocarrilero, empresario comercial, promotor artístico, actor y director teatral, un gran orador y declamador, trabajador del Seguro Social y telegrafista, además de un hombre culto y gran conocedor de la historia de nuestra región, estado y municipio.
Hoy el telégrafo ha quedado obsoleto ante sistemas mucho más modernos y rápidos, como es el caso del teléfono, primeramente, y posteriormente por los móviles o celulares y el internet en todas sus formas; sin embargo, hasta hace poco algunas poblaciones todavía lo utilizaban.
Actualmente, las oficinas correspondientes pasaron a ser Telecomm, las cuales ofrecen varios servicios, entre ellos los de mensajes similares a los del telégrafo, pero ahora por medio del uso de los sistemas modernos.