Infraestructura y energía: desafíos del transporte

La infraestructura de carga es clave para la adopción masiva de camiones y autobuses eléctricos en México.

La electrificación del transporte pesado y público en México presenta desafíos significativos, entre los que destacan la falta de infraestructura de carga, suministro de energía y financiamiento accesible. Especialistas del sector han señalado la necesidad de establecer una estrategia nacional que impulse la adopción de estas tecnologías.
Durante el Mobility Summit, Luz Elena Jurado, ejecutiva de Volvo Group México, destacó que el transporte de carga enfrenta mayores obstáculos en comparación con el transporte de pasajeros, debido a la falta de subsidios y apoyos gubernamentales.
“En el transporte de pasajeros, el gobierno tiene más sensibilidad y disposición para negociar. Pero en el transporte de carga, ¿dónde están los subsidios? El costo de un tractocamión eléctrico es mucho mayor y, aunque una empresa quiera tecnología limpia, necesita financiamiento con tasas accesibles”, explicó Jurado.
En contraste, en países como Estados Unidos se han destinado 208 millones de dólares en financiamiento para la producción de camiones eléctricos y adaptación de fábricas, mientras que en Europa se ha priorizado la expansión de la red de cargadores a través de alianzas estratégicas entre competidores.
“En México, debemos buscar esquemas similares que nos permitan agilizar la adopción de la electromovilidad”, añadió Jurado.
Jesús Padilla, director general de Grupo CISA, empresa que opera más de 2,400 unidades eléctricas en transporte urbano, subrayó que la masificación del transporte eléctrico requiere esquemas de financiamiento y subsidios adecuados, lo que aún no sucede en el país.
“Hacemos un llamado a las autoridades. En estos diálogos deberían participar instituciones como Nacional Financiera, el Fondo Nacional de Infraestructura, Banobras y Hacienda, para diseñar mecanismos de financiamiento viables”, puntualizó.
Por su parte, Eduardo Sánchez, director de la Agencia de Energías Renovables de Nuevo León, destacó que el acceso a fondos internacionales de financiamiento será clave para el desarrollo de proyectos de movilidad eléctrica en México.
Otro desafío crucial es la disponibilidad de puntos de recarga para camiones y autobuses eléctricos. Rafael Burgos, director de Enel X México, señaló que actualmente las empresas de transporte de última milla han construido sus propias estaciones de carga, pero se necesita una red más amplia para transporte público y de carga pesada.
“Si estas estaciones privadas pudieran abrirse al público, incluyendo tractocamiones, se resolvería una parte importante del problema. Sin embargo, aún falta regulación que permita la venta y distribución de energía en este tipo de aplicaciones”, comentó Burgos.
En este sentido, los especialistas coincidieron en la necesidad de modificar las leyes en materia energética, establecer normas claras sobre generación distribuida y almacenamiento de energía, y diseñar una estrategia nacional de electrificación del transporte.
El sector del transporte en México avanza hacia la electrificación, pero para lograrlo, es necesario:
Infraestructura de carga accesible: Expansión de electrolineras y estaciones públicas de carga.
Financiamiento y subsidios: Creación de esquemas de apoyo gubernamental para empresas que inviertan en electrificación.
Regulación energética: Normas claras sobre generación, almacenamiento y distribución de energía.

Colaboración público-privada: Sinergias entre empresas, gobiernos y organismos financieros internacionales.
A pesar de los retos, los expertos consideran que México tiene una gran oportunidad de adoptar un modelo de transporte eléctrico eficiente y sostenible si logra establecer una estrategia integral que involucre a todos los actores clave del sector.