Hoy nuestra ciudad y puerto es más cosmopolita que nunca
ARRIBO MASIVO O INESPERADO
En el último año Manzanillo ha experimentado la llegada de inmigrantes haitianos de manera masiva, y algo que siempre nos ha caracterizado a los porteños sin duda alguna, es que les facilitamos la vida a quienes deciden radicar en nuestro Manzanillo, no importando si son indígenas de otras entidades del país o extranjeros, incluso de otras razas, como es el caso de los haitianos, de los anglosajones o asiáticos.
Manzanillo siempre ha recibido con los brazos abiertos a todos. Tal vez esa sea una de las razones por la que muchos extranjeros desistan de seguir adelante en la búsqueda de una mejor calidad de vida más allá de nuestras fronteras, ya que valoran el trato que les damos en nuestro municipio costero. Aquí los propios y extraños pueden andar por nuestras cales sin que nadie les moleste.
ESCAPANDO DEL ATRASO Y LA POBREZA
Tal vez muchos porteños se les queden mirando a los haitianos que han venido a nuestra ciudad, porque es muy evidente la diferencia racial, pero fuera de ahí, se les brindan las atenciones que ellos necesitan, desde trabajo hasta techo. Y si no se ha hecho mucha amistad con ellos, es por la barrera natural del lenguaje, ya que actualmente se está practicando el espa-señas, que no es otra cosa que el hablar algunas palabras en nuestro español que ellos logren entender, combinado con muchas señas, que se entienden internacionalmente. Otros de estos caribeños, sin embargo, se han esforzado por hablar poco a poco el español.
Haití es un país situado en el Caribe -como dije al inicio de este artículo-, en el océano Atlántico, el cual está en una isla llamada La Española, que comparte su territorio con otra nación, nombrada República Dominicana. A diferencia de ese país vecino, donde hablan español, los haitianos hablan como idioma oficial el francés, aunque, a decir verdad, ese idioma prácticamente lo hablan únicamente los diplomáticos y personas del gobierno; mientras que el resto de la población habla un idioma criollo muy particular de ellos, mezcla de lenguas de países africanos.
Haití ha sido considerado como uno de los países más pobres de la Tierra desde hace mucho tiempo, sino el que más; además, ha sido azotado por varias catástrofes como terremotos y huracanes que han sumido en la devastación al país. Esto lo digo porque hay una tremenda confusión en cuanto al país de origen de estos inmigrantes, pues unos piensan que vienen de Tahití, colonia francesa situado en Oceanía, que forma parte del territorio de la Polinesia Francesa; o sea que muy lejos y en sentido opuesto a Haití, aunque la diferencia en el nombre sea solamente una letra.
ENFRENTANDO LA BARRERA DEL IDIOMA
Está por demás decirlo, pero creo que a los haitianos hay que comprenderlos y entenderlos, e inclusive, apoyarles y motivarlos para que aprendan el español, y de esa manera comenzar a integrarse socialmente y desarrollarse normalmente; pero, por favor no les enseñen palabrotas, albures y dobles sentidos. Hay muchos haitianos que inclusive tienen carreras profesionales, por si usted no lo sabe.
Pero, lamentablemente, la barrera del idioma ha sido hasta ahora un impedimento que les ha frenado un poco. Pero, por lo que hemos visto, quienes hemos convivido con ellos al tenerlos incluso hasta de vecinos, se están esforzando mucho por enseñarles a sus hijos nuestro idioma, lo que quiere decir que lo que buscan es un mejor mañana para sus vástagos, más que para ellos como padres y adultos.
UNA NUEVA VIDA AL LADO DE SUS FAMILIAS
Algo que los porteños hemos visto de los haitianos muy bonito y sobresaliente, y que inclusive en esto hasta nos ponen la muestra a los mexicanos, es que en muchos de los casos se han dejado venir con todo y familia. Es por esa razón que vemos haitianos adultos, jóvenes, adolescentes y niños de ambos sexos, e inclusive hasta mujeres embarazadas, las cuales darán a luz en los próximos meses a algunos de los primeros porteños hijos de haitianos. También ya se empieza ver a algunos niños haitianos con uniformes escolares locales, pues ya se inscribieron a nuestras primarias, como cualquier otro niño.
En cambio los mexicanos, cuando quieren emigrar a los Estados Unidos, lo hacen en solitario. Hasta pareciera que van tras el sueño de abandonar a su familia mexicana, para formar una nueva en el vecino país del norte, pues es raro que un mexicano emigre familiarmente, y en los peores casos, mandan también en solitario hasta niños o adolescentes menores de edad, con todos los grandes riesgos que ello conlleva. Pero familias completas, no.
Hoy Manzanillo se ha vuelto más cosmopolita que nunca, y eso nos enriquece cultural y socialmente; pues, no será nada extraño que al rato tengamos fusiones gastronómicas, como las que ya se han dado entre la comida española, norteamericana, coreana y china con la mexicana, las cuales, ya anhelamos degustar. También aportarán otras costumbres que se sumarán a nuestra cultura, viniendo a enriquecerla.