La moda y el estilo en el vestir de los manzanillenses

Como se ve en esta foto, antes era muy común traer sombrero y camisa de manga larga en Manzanillo.

Influencia del clima y el entorno

Nos distinguimos hasta en el modo de vestir. Un manzanillense que se precie, si va a usar pantalones cortos, no usa calcetines. Se usan calcetas y en algunos casos no se usa nada; pero jamás calcetines.
Alguien con pantalón corto y calcetines largos de vestir, causa risa, y se piensa que de seguro es un turista, de Colima para allá, pues se considera que está vestido muy antiestéticamente.
Hasta los años ochenta, los manzanillenses usaban mucho el short, que es súper corto, que cubre abajito de las ingles; pero a partir de esa fecha, por influencia de los turistas norteamericanos, se empezó a usar la bermuda, y por estos días, es rarísimo que alguien use un short. Esos se usan si acaso para jugar al fútbol.
La bermuda se considera que es más elegante, aparte de que puede llevar cinto y bolsas; o ser más playera y traer resorte a la cintura, y dibujos estampados.
Por nuestro clima, es raro que se use la camisa de manga larga, a no ser que haya algún evento muy solemne e importante; pero lo que no se usa casi nunca, a menos que se trate del novio en una boda religiosa (porque ni para el civil), son el saco o el smoking.
Ni los más importantes funcionarios de gobierno los acostumbran, pues en todo caso, algunos optan por la guayabera; pero lo usual es la camisa, fina, pero de manga corta.
El clima caluroso, como puede verse, no permite mayores lujos en el vestir. Es por eso que las telas frescas y delgadas, como el algodón, son las predilectas.
Pero, curiosamente, en las fotografías antiguas de nuestro puerto, se observa que a finales del siglo XIX (que ya empezaba a haber fotografía por acá), y las primeras décadas de la pasada centuria, las mujeres usaban vestidos con largas enaguas, más propios de ciudad con clima templado a frío, mientras que los hombres era frecuente que anduvieran con camisas blancas de manga larga, pantalones formales de vestir y sombrero citadino (de esos de los que les ponen en las películas a los gánsteres y detectives policíacos), y de vez en cuando aparece retratado algún personaje con lo que parece una chaqueta o saco.
A pesar del calor, algunas personas vestían muy formales y elegantes. Pobres, que calorón han de haber sentido.
Cosa curiosa, recientemente se han vuelto a poner de moda estos sombreros que aparecen mucho en las fotografías antiguas. Claro que ahora hay muchos modelos, en una amplia gama de colores, hasta colores chillones, y a base de materiales diversos. Es el Sombrero Panamá, con algunas variantes.
Así es que, como se ve, las modas vuelven, y aquella antigua moda de usar los Sombreros Panamá (como registran las fotos antiguas), está volviendo.
En Manzanillo, hasta hace unos años, si alguien se quería tocar la cabeza con alguna prenda para cubrirse del sol, generalmente lo hacía con una gorra. Casi todos los pescadores las usan, como si fueran jugadores de béisbol, pese a que en Manzanillo el deporte favorito es el futbol soccer. Son muy útiles para tapar el brillo del sol sobre los ojos, en especial cuando se está navegando.

Y qué decir de las chancletas, las cruzaditas, de horca pollo, de plástico, estilo japonés, que han dejado su lugar al huarache moderno americano, generalmente a base de cuero.
En los últimos años nos llegó la moda de los crocs, calzado oriental de plástico, ancho y lleno de hoyitos en el área del empeine, y aunque pronto la moda empezó a pasar a nivel mundial, parece que n Manzanillo esta continuará por varios años más.
Eso sí, las prendas infaltables en el guardarropa de un manzanillense son los jeans de mezclilla y los tenis.
Como que somos un poco informalitos a la hora del vestir, de acuerdo a los cánones de las grandes ciudades tierra adentro, pero no es por dejadez, sino porque el hecho de ser puertos nos marca y nos condiciona.