La Alianza Atlántica considera este pacto un avance significativo para la seguridad en el Cáucaso y confía en su pronta firma y ratificación
La OTAN expresó este viernes su satisfacción por el acuerdo de paz alcanzado entre Armenia y Azerbaiyán, que pone fin a un conflicto de casi cuatro décadas.
“Celebramos la finalización de las negociaciones sobre el acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán, y esperamos con interés su firma y ratificación. Es un avance significativo en el proceso de normalización y un impulso para la seguridad regional”, declaró la portavoz de la Alianza, Allison Hart.
En la misma línea, la Unión Europea y otros actores internacionales también celebraron el acuerdo. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, felicitó a ambas partes por su trabajo diplomático y aseguró que el bloque está dispuesto a respaldar la implementación del tratado. Emmanuel Macron, presidente de Francia y anterior mediador en el conflicto, calificó el acuerdo como un paso clave hacia la estabilidad en la región.
Este jueves, delegaciones de ambos países anunciaron que el texto final del tratado de paz ha sido aprobado, allanando el camino para su firma en una fecha aún por definir. Sin embargo, aún quedan aspectos por resolver. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán condicionó la firma del acuerdo a que Armenia enmiende su Constitución para eliminar cualquier reclamación territorial sobre Azerbaiyán. Por su parte, Ereván afirmó que está listo para firmar el pacto y entablar consultas sobre los puntos pendientes.
El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán comenzó a finales de la década de 1980, cuando la región de Nagorno Karabaj, de mayoría armenia, declaró su independencia de Azerbaiyán, desatando un enfrentamiento que causó el desplazamiento de cientos de miles de personas. Tras varias guerras y treguas fallidas, Bakú recuperó el control del territorio en 2023, lo que forzó la huida masiva de la población armenia.
Un año después, el Gobierno armenio propuso reanudar las negociaciones, lo que resultó en el acuerdo anunciado este jueves. Con este pacto, ambas naciones buscan normalizar relaciones y garantizar la estabilidad en el Cáucaso Sur.