*Aquellos tiempos cuando mascotas de Manzanillo comían huesos y menudencias del Mercado; no croquetas
*Se afirma que los perros de los Sectores son los más bravos del puerto
Se dice que los perros son los mejores amigos del hombre, y le han acompañado desde los albores de la historia en sus recorridos y asentamientos por todo el globo. Desde que el hombre llegó a América, a través de Estrecho de Behring, entre Siberia, en Rusia, del lado de Asia; hacia Alaska, en nuestro continente, ya se cree que había perros que venían acompañándole.
APARECIENDO EN LAS VIEJAS FOTOS DEL PUERTO
Desde que se inventó la fotografía y se ha documentado como se vivía en los antiguos poblados desde el Siglo XIX, como es el caso de nuestro Puerto de Manzanillo, siempre se veía la presencia de perros en nuestras calles, y el día de hoy estos llenan nuestras colonias, entre ellos, muchos de razas de los que se consideran finos, producto de selectivas cruzas, así como los canes llamados corrientes o mestizos, que son los más habituales, algunos de ellos lamentablemente sin dueño, o como se les llama también, callejeros.
En Manzanillo hay varios albergues para atenderlos, vacunarlos, criarlos, desparasitarlos y darlos en adopción, y se pide por parte de algunos sectores de la población que haya una perrera y un centro de atención canino y gatuno municipal. Por aquellos años casi no había perros de raza, también llamados finos en Manzanillo, pues era difícil conseguirlos, ya que no había demanda ni criaderos. Algo muy sabido en nuestro municipio es que los perros más bravos siempre son los de los cerros, conocidos aquí en Manzanillo como sectores, y muchas de las veces estos andan en grandes grupos tipo manada. Lo mismo pasa con los de los pueblitos de los alrededores, conocidos como perros de rancho, que son también muy bravos por lo general.
COMIDA PARA PERRO DE HUESOS, ARROZ Y TORTILLA
En los tiempos del Mercado Reforma las familias iban a comprar su mandado, en los puestos de frutas y verduras, y luego pasaban por las carnicerías, y tras pedir la carne necesaria para la familia, era infaltable que se pidiera comida para el perro, que eran unos huesos especiales que el carnicero ya destinaba para este fin, que muchas veces ya tenían embolsados y listos para despacharlos a un precio muy económico. También esto pasaba en las pollerías, donde se vendían menudencias especiales para perro, igualmente baratas.
Posteriormente, este cuadro siguió observándose cuando el mercado de Manzanillo fue reubicado a su sitio actual, ahora bajo el nombre de 5 de mayo, donde muchas veces incluso los perros acompañaban a sus dueños a hacer las compras. Esto pasó por muchos años, y los perros lo agradecían meneando su colita, y comiendo sin ningún problema.
Y LLEGARON LAS CROQUETAS
Pero en el año de 1870 en los Estados Unidos el inglés James Spratt, inventó y patentó, inspirado en las galletas marineras (duras y duraderas para largos períodos en altamar) el primer alimento procesado para mascotas. Primero fue para perros, y después se extendió para gatos y aves. Este primer alimento procesado para perros se llamó Spratt´s Dog and Puppys Cakes. Entre los años treinta y cincuenta del siglo pasado se crearon las marcas de alimentos procesados para perros y gatos más famosas hoy en día. A Manzanillo llegaron con fuerza entre los años 70 y 80.
Antes de eso los perros comían huesos, menudencias y sobras, y los gatos pescado, piezas de pollo y sobras también, y no se enfermaban. Era común que en el caldo donde se cocían los huesos para perros también se pusiera arroz, y se les echaran tortillas, pues a los canes les gusta la mezcla de estos alimentos.

Perro en la calle México de tierra y junto a vías del tren.
HISTORIAS DE PERROS Y GATOS
Recuerdo que allá por los años ochenta se hizo muy famoso en Manzanillo el Dr. de la Peña, que era un dentista que gustaba mucho correr, el cual tenía muchos perros de razas finas, muchas de ellas desconocidas hasta entonces en Manzanillo, como es el caso de un perro afgano. Algunos de estos perros lo acompañaban cuando salía a correr.
También rememoro que allá por esos años, nos visitaban muchos circos, y algunos trabajadores de estos compraban a los gatos que la gente tenía como mascotas o incluso recogían a los mininos callejeros, lo cual era algo raro, por lo que se extendió el rumor que los cirqueros juntaban estos animalitos de compañía para dárselos como alimento a los leones y tigres que traían enjaulados para sus espectáculos. Lo cierto es que por ese tiempo, extrañamente casi se extinguieron los felinos caseros en Manzanillo. Era raro que se viera a uno de ellos en los barrios y colonias como siempre, y por consiguiente se desató una plaga de ratas y ratones en la ciudad. Todo mundo compraba ratoneras y veneno para acabar con estos roedores.
Finalmente, al parecer la gente comprendió que la mejor manera de combatir la presencia de estos indeseables era volver a tener en sus casas a los gatos, y fue así como nuevamente se les empezó a ver de mascotas en los hogares, hasta que todo volvió a la normalidad.
Actualmente, vemos muy bonito el paseo familiar donde se encuentran las Constelaciones de Sebastián, sitio donde hay muchos gatos, a los que la gente alimenta, y gracias a su presencia ha desaparecido la fauna nociva que tradicionalmente había en esta zona. Estos animalitos caseros son muy importantes para las personas y familias, porque dan seguridad, cariño y compañía.
UNA PESADA CARGA
Pero hay que decir que actualmente, por lo menos en lo que respecta a Manzanillo, los médicos veterinarios y supuestos expertos en mascotas, han echado una pesada carga sobre los hombros de los propietarios de mascotas, al esparcir la especie de que a las mascotas les hace daño comer sobras, carnes o cualquier alimento que no sean las conocidas croquetas; porque, si no les damos estas, entonces seremos causa de que se enfermen e incluso puedan morir.
Llevar una alimentación para nuestras mascotas exclusiva de croquetas sale carísimo, en especial en el caso de algunas marcas. Desde luego, que en las veterinarias venden estos productos, así que les beneficia el que usted les dé a comer solo esto. Para colmo, se les recetan dietas en base a un alimento especializado que es más caro, que usted tiene que darle a su perro o gato, si no quiere que este fallezca o enferme de gravedad; y, como usted quiere mucho a su mascota, desde luego que no se la pensará dos veces en comprarle su costal de comida de oro para perro, pues no quiere llevar en su consciencia la enfermedad o muerte de su peludito amigo querido.
Así que, en estos tiempos en Manzanillo, antes de decidir si va a tener una mascota en casa, debe valorar si va a tener el dinero suficiente para comprarle su alimento, el cual incluso viene acorde a las distintas edades de la mascota; o en caso contrario, no tener una. También existe la opción de que no crea este argumento, y le dé a comer a su mascota una mezcla de croquetas con otro tipo de comida que usted esté en condiciones de darle a su compañero de cuatro patas.
Porque desde luego que no tiene nada de malo que le dé alimento procesado, y desde luego que es muy cómodo el hacerlo, así como también combinarlo con alimento del que usted come, que le aseguro que su perro no morirá por ello, así como no morían los perros de nuestros papás, abuelitos y antepasados. No se vale que, con el afán e interés de vender, se afirme que un perro o gato solamente puede comer croquetas, y que, si no lo hace así, se enfermará gravemente, y si continúa, entonces llegará el momento en que muera. Hay que valorar lo que se nos dice, y saber que el sentido común es algo muy importante en estos casos.
NOS ACOMPAÑAN Y NOS DAN CARIÑO, PAZ, SALUD Y FELICIDAD
Recuerde al perrito con el que usted creció en su casa, aquel que alimentaban con menudencias, huesos y sobras de comida, ese que era tan alegre y le acompañó muchos años de su niñez, y verá que no es necesario que haga estos gastos tan fuertes que piden hoy los veterinarios, los cuales pueden afectar su economía o hacer que se desanime de seguir teniendo una mascota en su casa.
Las mascotas alegran nuestra vida, y nos aportan salud emocional, dándonos paz y alegría con su presencia en nuestras vidas, llegando incluso a sanar a las personas que padecen una depresión o tristeza profunda; por eso es importante tomarlas en cuenta.
En Manzanillo necesita haber más parques y sitios para que las personas paseen con sus mascotas, por lo que es necesario que las autoridades provean de este tipo de lugares para correr, caminar o simplemente pasear al lado de nuestras mascotas.

Perros sobre el viejo jardín Galván durante una festividad popular.