Llorar en películas es señal de inteligencia emocional

La emoción al ver películas refleja una alta capacidad de empatía y fortaleza emocional, según los expertos.

Un estudio revela que emocionarse con películas indica alta inteligencia emocional y empatía, gracias a la activación de las neuronas espejo y la liberación de oxitocina

Llorar durante una película no es un signo de debilidad, sino una manifestación de inteligencia emocional y empatía, según recientes estudios publicados en el Journal of Personality and Social Psychology y Frontiers in Psychology. La investigación indica que las personas que experimentan emociones intensas al ver escenas conmovedoras tienen una mayor capacidad para conectar con las experiencias ajenas, lo que fortalece sus relaciones interpersonales y su bienestar emocional.
Los expertos explican que este fenómeno está vinculado a la actividad de las neuronas espejo, un grupo de células cerebrales que reflejan las emociones de los demás, permitiendo interpretar y compartir sus sentimientos. “Cuando alguien llora viendo una película, su cerebro está procesando esas emociones como si fueran propias”, señala el estudio. Esta reacción no solo demuestra una profunda sensibilidad, sino que también activa la liberación de oxitocina, una hormona que fortalece la conexión social y fomenta la amabilidad.
Lejos de ser un rasgo de fragilidad, la capacidad de emocionarse con la ficción tiene múltiples beneficios. Las personas con mayor inteligencia emocional tienden a ser más comprensivas y abiertas en sus relaciones diarias, lo que las ayuda a resolver conflictos de manera efectiva.
Por otro lado, el estudio advierte que reprimir las emociones puede tener efectos negativos en la salud mental y en la capacidad de establecer vínculos sólidos. “Las personas que evitan llorar por miedo al juicio social pueden estar limitando su capacidad de conectar con los demás”, explican los investigadores.
Las películas, además, pueden ser una herramienta terapéutica. La identificación con los personajes permite a los espectadores procesar sus propias emociones en un entorno seguro, lo que reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.
Los hallazgos de este estudio invitan a reconsiderar la percepción de las lágrimas como un signo de vulnerabilidad. En realidad, llorar al ver una película es una muestra de fortaleza emocional y conexión humana. Expresar los sentimientos, incluso en un contexto ficticio, es clave para el desarrollo de una sociedad más empática y solidaria.