Quiero aclarar que tanto durante su desempeño como alcalde y luego como gobernador del estado, fui un severo crítico de Mario Anguiano Moreno y de su equipo de gobierno; desde luego que la crítica era y ha sido siempre, con él o con cualquier otro funcionario, por sus decisiones equivocadas o señalando errores de actuación, pero nunca como enemigo personal, que a nadie califico así. Por ello me dio gusto que Mario Anguiano haya aceptado reunirse a dialogar con el Círculo de Analistas Políticos, para conocer su posicionamiento en su carácter de ciudadano, más que de exgobernador.
Mario, quien por casi seis años permaneció sin actuación política, como colimense preocupado por el rumbo del país, pero más por la situación en la que se vive en el estado, con un grupo de inquietos actores políticos, que también tuvieron desempeño partidista en el tricolor o en cargos de tipo electoral, desde hace un par de años, conformaron la agrupación ciudadana “Actuemos Colima, Ahora” que ha venido colaborando con las alcaldesas de Colima y Villa de Álvarez, aportando experiencia y apoyo para diversas actividades de beneficio popular.
Entre los actores que conforman esa organización se encuentran: Mely Romero, ex senadora y ex subsecretaria de SAGARPA, Martín Flores y Francisco Ánzar, ex legisladores y ex dirigentes estatales del PRI, Guillermo Villa, cardiólogo y ex delegado del ISSSTE, Rubén Cisneros y Fernando Morán, reconocidos manzanillenses, entre muchos otros. Como exgobernador ya no puede aspirar a ocupar ningún cargo, después de haber tenido la máxima encomienda de los colimenses; la mayoría de sus liderazgos no buscan propiamente un cargo, sino el deseo de aportar y la vocación de servir, pero sí apoyan a Memo Villa para una diputación local, buscando que exista un Congreso donde haya voces que sumen y no que dividan.
Dejó muy en claro su posición respecto a las dirigencias estatales del PRI, PAN y PRD, que conforman el bloque “Fuerza y Corazón por México”, institutos políticos, conjuntamente con organizaciones de la sociedad civil, a los que él y su grupo se suman en apoyo a la precandidatura de Xóchitl Gálvez, personaje con quien platicaron ampliamente en su reciente visita a Colima. “No se trata de interferir con acciones de los partidos, ni competir con organizaciones civiles, se trata de sumar esfuerzos para poder garantizar el triunfo de la mejor opción que tenemos los mexicanos, para rescatar al país de los errores de un mal gobierno”.
Expresó su preocupación por un liderazgo en su partido que está ausente, sin una claridad como fuerza opositora, que más buscan acomodos en cargos para sus amigos, dejando de lado la prioridad nacional o estatal de tener la mayoría legislativa en las cámaras federales y en un Congreso estatal que sirva de contrapeso al ejecutivo y no de comparsa.
Precisamente sobre este tema, habló de la absurda fricción que se ha dado entre PRI y PAN por la alcaldía capitalina, reconociendo el trabajo de Margarita Moreno y su derecho a la reelección, así como también el deseo de Riult Rivera, quien es su amigo, de buscar esa posición, pero coincidió con el grupo de analistas que una fórmula triunfadora para el Senado sería la integrada por Mely y Riult, ambos con probada experiencia legislativa, posiciones que más importan para el proyecto nacional que una alcaldía, por muy importante que sea.
Dijo que cada día que pase sin llegar a un buen acuerdo entre ambas posiciones, dañarán más las endebles relaciones que existen entre dichos partidos, cuyos liderazgos y actores involucrados deben poner por encima los intereses de México y no los de tipo personal o grupal, que ahora predominan, que lo único que dejarán es la oportunidad de fortalecer el triunfo de Viridiana Valencia, que gustosa disfruta con el pleito interno entre sus competidores.
Ojalá Arnoldo Ochoa y Julia Jiménez, líderes estatales de PRI y PAN respectivamente, se preocupen más por medir la competitividad de sus prospectos, para que sean una garantía de éxito electoral, más que dar acomodo a amigos o recomendados; ojalá observen la pésima actuación de los legisladores morenistas y aliados, para que sus candidatos sirvan a Colima y a México y sean congruentes con sus colores partidistas, pero más con su compromiso con sus electores a quienes les deberán su triunfo, si ganan su confianza.