*Este dispositivo permite reducir los recursos y el tiempo que se invierte en la búsqueda
Enrique Gómez Jackson es un estudiante mexicano quien recientemente ganó una competencia internacional promovida por Viasat Beyond, en busca de iniciativas que promuevan la conexión satelital en beneficio de las personas.
Se trata de “Earthlive”. De acuerdo con Enrique, la idea surgió dialogando con su hermana sobre las dificultades que existen para localizar a las personas durante la ocurrencia de desastres naturales, que derivan en emergencias, sobre todo ante la falta de vías de comunicación en esos momentos, como fallas en las coberturas de internet y telefonía móvil.
Lo hizo gracias al desarrollo de un brazalete o pulsera inteligente, que funciona precisamente, a través de tecnología satelital de satélites de onda baja, permitiendo ubicar a las personas en cualquier parte en que estas se encuentren, enviando información sin necesidad de Internet, proyecto que destacó entre más de nueve mil inscritos alrededor del mundo.
Es esto precisamente lo que distingue al dispositivo de otros equipos similares. “Prácticamente nos eligen ganadores porque nuestro proyecto es viable técnicamente hablando, es una tecnología que ya existe y que, de la forma en la que lo diseñamos, puede llegar al costo que nosotros estamos buscando alcanzar para que sea accesible a la mayoría de la población.
También es económicamente viable, y es posible que en los próximos dos años sea ejecutable. Por todo ello nos seleccionan y nos dan 15 mil dólares para seguir desarrollando la tecnología”, dijo el joven.
Explicó: Earthlive funciona a través de tecnología D2D (de dispositivo a dispositivo); mediante sistemas previamente programados, es posible que el dispositivo envíe señales sobre la ubicación en vivo de quien lo porta cada 60 segundos, gracias precisamente a la tecnología satelital.
También permite hacer un mapeo de los lugares donde estuvo la persona que lo porta y, al contar con una base de datos alojada en tecnología NFC (tecnología inalámbrica de corto alcance que permite la comunicación entre dos dispositivos), que permite conocer toda la información albergada en ella, como nombres, direcciones, contactos, si la persona padece alguna enfermedad o alergia, entre otros datos, con la finalidad de que los servicios de emergencias médicas o de seguridad puedan acceder a esta información a través únicamente de escanear el brazalete.
“El brazalete, además de su larga duración, es a prueba de agua y a prueba de golpes. Prácticamente está diseñado para no fallar cuando todo lo demás falla”, dijo Enrique. De esta forma, señaló el joven, invertir en este tipo de dispositivos representa un ahorro de tiempo y esfuerzos para los cuerpos de emergencia en casos de localización de personas, comentó el joven quien recientemente concluyó sus estudios en la Universidad Incarnate Word.
De igual manera, la tecnología utilizada por este dispositivo también puede ser utilizada para prevenir la desaparición de personas, conociendo la ubicación de estas en tiempo real gracias a los sistemas satelitales.
“En temas de desaparición de personas, por ejemplo, se pierde mucho tiempo y recursos rastreando siempre los últimos pasos de la persona que es víctima de desaparición.
Lo que el dispositivo permite es reducir los recursos y el tiempo que se invierte en ello, porque permite rastrear los últimos pasos de manera adecuada, cada minuto en el que sigan con el brazalete puesto o lo tengan consigo, lo que a su vez permite incrementar las posibilidades de encontrarlas con vida, porque al tener una respuesta más pronta de la autoridad en este sentido, se puede dar más pronto con su paradero.
El tiempo es crucial en este tipo de situaciones”, añadió Enrique. El costo promedio inicial, previsto para estos dispositivos, ronda los cinco mil pesos, un costo relativamente más bajo en comparación con otro tipo de dispositivos, como los relojes inteligentes.
Por ahora, comentó, se trata de un prototipo que no ha sido producido a gran escala, debido a que se requieren, en primer lugar, interesados en su producción y distribución, y, en segundo lugar, recursos para llevarlo a cabo.
En este sentido, dijo Enrique Gómez, es que gracias a la tecnología que produce el brazalete puede ser clave en el desarrollo de áreas como protección civil, gobiernos, organismos civiles, seguridad pública, turismo de aventura, senderismo, camping, navegación marítima, cuidado de la familia, entre otros.
“Porque las personas que más lo necesitan son las personas en alto riesgo, y mientras las personas se encuentran en zonas o áreas de más alto riesgo, más vulnerables”, añadió.
De esta forma, quienes estén interesados en esta tecnología pueden comenzar contacto con el proyecto a través de https://www.earthlive.space para conocer cómo pueden colaborar a que se convierta en una realidad al servicio de la ciudadanía en general.