El ícono de Hollywood y protagonista de Volver al Futuro, Michael J. Fox, ha concedido una de sus entrevistas más francas y dolorosas sobre su prolongada batalla contra el Parkinson.
La crudeza de sus palabras contrasta directamente con la imagen de estrella juvenil que forjó en los años 80, cuando protagonizaba la exitosa serie de televisión Family Ties y se convertía en un ídolo global como Marty McFly en la saga Back to the Future.
El actor confesó a The Sunday Times el agotamiento que conlleva vivir con el trastorno neurodegenerativo.
El diagnóstico de Parkinson le fue confirmado a Fox cuando apenas tenía 29 años, en la cima de su fama, una noticia que el actor intentó ocultar al público durante siete años mientras seguía actuando.
A sus 64 años, el actor confesó a The Sunday Times el agotamiento que conlleva vivir con el trastorno neurodegenerativo.
Fox expresó con resignación sus esperanzas de tener un final pacífico, admitiendo que el deterioro físico ha afectado profundamente su calidad de vida:
“Me gustaría simplemente no despertar un día. Sería genial. No quiero que sea dramático. No quiero tropezar con los muebles y golpearme la cabeza”, confesó, reconociendo el inmenso desgaste de lidiar con los síntomas incontrolables por más de tres décadas.
El actor fue igualmente sincero sobre su pronóstico a largo plazo:
“No voy a llegar a los 80 años. No mueres de Parkinson, mueres con él”.
