Miles protestan contra la extrema derecha

Manifestantes en Berlín sostienen pancartas contra AfD, en una de las tantas protestas recientes contra la extrema derecha en Alemania.


El pasado domingo, Berlín fue escenario de una masiva protesta contra la extrema derecha, con la participación de entre 30 y 38 mil personas, según reportes de la policía y los organizadores. La manifestación se enmarca en una creciente movilización ciudadana contra el partido Alternativa para Alemania (AfD), que podría posicionarse como la segunda fuerza en las elecciones legislativas del 23 de febrero.

Bajo el lema “Mano con mano, somos los apagafuegos”, los manifestantes reiteraron su rechazo a cualquier colaboración de los partidos tradicionales con AfD. Este “cordón sanitario” ha sido una estrategia política en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial para evitar la normalización de discursos nacionalistas y antimigrantes. Sin embargo, la reciente apertura de los conservadores a debatir con la extrema derecha ha generado polémica.

La protesta ocurre días después de que el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, instara a los partidos alemanes a no marginar a AfD, en un discurso pronunciado durante la Conferencia sobre Seguridad de Múnich. Sus declaraciones han sido criticadas por sectores que consideran que la exclusión de la extrema derecha es clave para la estabilidad democrática alemana.

Las “Abuelas contra la derecha”: una resistencia intergeneracional

Entre los grupos más visibles en la protesta destacaron las “Omas gegen Rechts” (Abuelas contra la derecha), un movimiento de mujeres mayores que desde 2018 lucha contra el avance del extremismo en Alemania. Con gorros de lana hechos a mano como símbolo, estas activistas, muchas de ellas con familiares que vivieron el Holocausto, buscan proteger la democracia para las nuevas generaciones.

“Fuimos demasiado ingenuos”, lamentó Eva-Maria Singer, de 73 años, al recordar que su generación creyó haber erradicado el nazismo en la posguerra. “Pero no es cierto, vuelve a crecer”, añadió.

El movimiento, inspirado en iniciativas similares en Austria, cuenta con más de 100 grupos locales en Alemania y ha participado en más de 80 manifestaciones en el último año. Sus integrantes, como Maja, una activista de 72 años cuya familia sufrió el exilio por el antisemitismo, consideran que la lucha es personal: “No quiero que mis nietos tengan que abandonar Alemania”.

Con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina y AfD ganando terreno, los manifestantes temen un resurgimiento del autoritarismo y llaman a la ciudadanía a defender los valores.