Niños con cáncer vienen a Manzanillo a cumplir su último deseo de conocer el mar

Reportaje: Carlos Valdez Ramírez
Fotos: Vicente Gómez Negrete

Rocío Martínez Preciado es la presidenta de la Fundación Alonso, dedicada a llevar esperanza y alivio a niños enfermos con cáncer en Irapuato, Guanajuato; como parte de la dinámica para hacer más llevadero este padecimiento, comenzó desde hace 7 años a realizar viajes para traer a los pequeños a conocer el mar, escogiendo como destino el puerto de Manzanillo.

En visita de cortesía a EL NOTICIERO MANZANILLO, Rocío Martínez comenta que en un inicio realizaba un viaje por año, pero ahora son hasta cuatro, debido al impacto tan positivo que esta actividad ha provocado en los menores. “Alonso de 8 años tenía cáncer en los huesos, le encantaba venir al mar, fue en estos viajes que tuvo su primer contacto con el océano, y eso lo hacía recobrar fuerzas para enfrentar ese difícil camino que lleva un paciente con cáncer. A su corta edad tuvo que enfrentarse a un trasplante, por desgracia no soportó la cirugía, él tenía muchos sueños, quería dirigir cine, surfear, no lo consiguió, pero nos queda el consuelo que logró uno de sus anhelos que fue conocer el mar”.

Este drama lo vivió Rocío Martínez Preciado, madre del pequeño Alonso, que ahora trabaja de la mano con el oncólogo que atiende a los niños en el hospital, quien autoriza los que pueden salir de paseo, para no afectar la salud y los tratamientos que siguen los infantes.
Ella, Rocío, se ha impuesto metas, cumplir con el último deseo de esos niños que generalmente están en la fase terminal de su enfermedad, de conocer el mar.

Rocío, también es presidenta desde hace dos años de la Fundación Reto (Recuperación Total) para mujeres con cáncer; para hacerse de recursos para las dos fundaciones y costear los gastos de los viajes busca apoyo de las escuelas, con jóvenes de Trabajo Social, quienes la ayudan a vender galletas, “ellos realizan una gran labor altruista, no sólo tocan puertas, también los corazones de la gente que nos apoya”.
Prácticamente el espíritu de su hijo Alonso es el que impulsa y llena de entusiasmo a su madre Rocío, para que se eche a cuestas una labor como es la difícil misión de atender en un viaje de recreo a pequeños con esta penosa enfermedad.

La presidenta destacó su gusto por visitar nuestro puerto, “me siento muy apapachada, el clima cálido es excelente, así como el trato que he recibido de diversos hoteleros, les agradezco porque eso es benéfico para mis chiquitos, pues la mayoría se preocupan más por sus papás que por su enfermedad, el mar les da tranquilidad, aquí lloran, “en una ocasión uno de ellos me preguntó por qué estaba salado el mar y yo le contesté: porque aquí lloraban los niños como él y sus lágrimas salaban el agua, pero en cambio Dios les regalaba un arrullo en el murmullo de sus olas, diciéndoles que no temieran, que Él estaba aquí”.

He convivido con la muerte, a través de muchos enfermos con cáncer, -continuó diciendo- “tuve un caso de madre e hija, la primera con cáncer y la segunda con lupus, han sido tremendas lecciones, ellas ya no se encuentran entre nosotros, ya partieron, a pesar de todo, doy gracias a Dios porque me permite llevarles un poco de vida a todos ellos”. Comentó además, que en cada uno de los viajes trae consigo a una mamá cuyo hijo acaba de partir, para que a manera de terapia, conviva con el resto de los niños y aunque su pequeño no esté con nosotros, la lucha continúa.

En cuanto a los gastos, Rocío Martínez detalló que de transporte gasta aproximadamente 15 mil pesos (alquila una combi) y una cantidad similar en la renta de la casa a donde llegan, ya que se quedan por varios días, por lo que pidió que EL NOTICICIERO DE MANZANILLO sea el conducto para hacer un llamado al sector turístico y a particulares que puedan interesarse en seguir aportando a esta noble causa, ya sea con alimentos o bien con hospedaje, para que se pongan en contacto con ella al teléfono 462 605 8359 o le envíen un mensaje a su correo electrónico rociomartinezpreciado@hotmail.com o bien a este rotativo al 33 2 39 54 ó 33 2 60 98. Las gráficas que acompañan este reportaje son más que elocuentes para constatar que en este mundo existen personas extraordinarias, que dan todo sin esperar nada a cambio.