El presidente José Raúl Mulino anunció la cancelación del pacto económico con China tras presiones de EE.UU., en medio de crecientes tensiones por el control del canal de Panamá
El gobierno de Panamá, encabezado por José Raúl Mulino, anunció la cancelación del acuerdo económico de la Ruta de la Seda con China, argumentando que el pacto no ha traído beneficios significativos al país. La decisión se produce días después de la visita del secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, quien instó a reducir la influencia de Pekín en el canal interoceánico.
El acuerdo, suscrito en 2017 bajo el mandato del expresidente Juan Carlos Varela, formaba parte de la ambiciosa iniciativa china de la Franja y la Ruta, destinada a financiar proyectos de infraestructura en diversas partes del mundo. Sin embargo, Mulino cuestionó públicamente los beneficios del pacto y afirmó que su administración notificó formalmente la cancelación con 90 días de anticipación, conforme a las cláusulas del convenio.
La decisión de Panamá se alinea con los intereses de Washington, que considera la Ruta de la Seda como una estrategia de China para expandir su influencia global, lo que representa un riesgo para la seguridad. La administración Trump ha expresado reiteradamente su preocupación por la creciente presencia china en América Latina, particularmente en el canal de Panamá, una vía estratégica para el comercio internacional.
Rubio calificó la medida como un “gran paso” para fortalecer la relación entre Panamá y EE.UU., mientras que China, a través de su portavoz de la cancillería, Lin Jian, lamentó la decisión y advirtió sobre “interferencias externas” en la cooperación bilateral.
En medio de esta disputa, Mulino desmintió un comunicado del Departamento de Estado de EE.UU. que aseguraba que los barcos estadounidenses estarían exentos de pagar por transitar el canal. “Es una falsedad absoluta e intolerable”, declaró el mandatario, reafirmando que todas las embarcaciones, sin excepción, deben cumplir con las tarifas establecidas por la Autoridad del Canal de Panamá.
La cancelación del acuerdo con China marca un giro significativo en la política exterior panameña, colocando al país en el centro de una disputa geopolítica entre las dos principales potencias mundiales.