Perspectiva

Salvador Villa Bibiano

Con los ciclones, hay mucho trabajo

Las fuertes lluvias y el paso de ciclones por esta franja cercana al Océano Pacífico, nos han demostrado que somos tan vulnerables ante esos fenómenos meteorológicos que hasta nos sentimos inseguros cuando se nos acercan. Factores de riesgo podríamos hablar de muchos: mal planeada la zona urbana de la ciudad, mano dura de los ayuntamientos ante desarrolladores, viviendas construidas al borde del rio o del cauce de los arroyos, como se aprecia en fotografías del Río Colima y otras que circular, falta de colectores pluviales subterráneos para desahogar las aguas torrenciales que se nos vienen encima, estudios especializados de ingeniería de alto nivel para la construcción de puentes. Y algo que a veces no tienen los políticos, voluntad política de los gobiernos municipales como autoridad de primer contacto de los habitantes para resolver los problemas de la ciudad y del municipio; en sí. Pero este problema de las inundaciones es de añales atrás.

Porque, si bien es de cada año, causa muchos destrozos, con el peligro inminente de pérdidas humanas. Además, se gasta mucho dinero desde la limpia de viviendas, su reparación y en ocasiones su construcción nueva, cuando hay pérdidas totales.

El ciclón y la tormenta del día 15 de octubre, y las que se dejen venir en lo que queda de la temporada de lluvias, nos ponen la piel de gallina. Porque las circunstancias adversas se ven en vivo y por los medios electrónicos, de cómo se ponen las calles de nuestra ciudad, se asemejan a unos verdaderos ríos cuando llueve. ¿Qué falta hacer en ese problema? Trabajo y más trabajo del gobierno municipal, porque en sí, los servicios de Red de alcantarillado y drenaje, son responsabilidad del ayuntamiento. No lo digo yo, es muy claro el artículo 115 de la Constitución Federal. Sin embargo, viendo los destrozos por causa de los aguaceros, a ver si la presidenta se anima a hacer lo conducente para remediar ese problema. Sentaría un precedente para los que vienen. Desde luego, claro que no es fácil, más, cuando hay necesidad de andar viéndoles la cara a otras autoridades que corresponden a otros partidos, y no quererse humillar gestionando recursos para las obras municipales. En este aspecto, desconozco si se está coordinando con la gobernadora para la solicito en la declaración de desastres, buscando los recursos de corte federal, para la reconstrucción de lo afectado.

En cuanto al Río Colima, requiere más que buena voluntad. Miren ustedes, desde los fraccionamientos del norte de la ciudad de Colima, se necesita hacer un verdadero estudio y planeación de parte de Ingenieros profesionales de alto nivel, para meterle el huevo de una vez por todas y hacer del Río Colima, un río seguro, que no se esté saliendo cada año de tormentas y de ciclones.

Para esto tendrán que hablar con particulares y constructores o con quien corresponde para que no se siga estrechando el arroyo del río, y que se respete su cauce. Si hay casas a orillas del cauce, proponerles su reubicación con cargo a los programas de vivienda de los tres órdenes de gobierno, tampoco dejarlos solos. Para eso, la autoridad municipal es la encargada de vigilar los arroyos que cruzan la ciudad y, si es necesario, en el último de los casos, multar a quienes no respeten los reglamentos municipales. Hasta el Seguro Social lo construyeron barda de por medio del Río Colima, por eso lleva varias inundaciones. En este año el Rio Colima reclamó su avenida de cien años.

De acuerdo a los videos que se publicaron el día del ciclón y tormenta del día 15 de octubre se ven viviendas cerquita al río, que ya llevan muchos años construidas ahí, pero parece que el río cada día está reclamando más espacio, para poderse desfogarse. Pero no solo eso, en todos los arroyos puede haber casas invadiendo la rivera del rio. Yo entiendo, en lo particular, la necesidad de espacio que necesitamos en nuestros hogares, y que a veces habrá personas que no tienen donde vivir, ¿Pero a un lado del rio? A parte que de que se va aterrando lo que corresponde a la ribera del arroyo, se da pie, a que se salga de su cauce. Entonces, estamos en cada momento de tormentas y ciclones, poniendo en peligro la integridad de las personas que más amamos, que son nuestros seres queridos.

Y en las misas condiciones se encuentra el arroyo Pereira, de Villa de Álvarez, se fue emparejando hasta que el arroyo perdió su ribera y también hace muchos perjuicios cuando crece y se sale de su cauce.

El arroyo El tecolote, a bien a bien lo embovedaron y aparentemente no se ve, pero allá donde sale, siempre inunda lo que alcanza. En los mismos términos está el Arroyo Manrique que inunda la 20 de nombre. Las autoridades municipales de fechas pasadas nunca aplicaron los reglamentos que hay, respecto a los arroyos que cruzan la ciudad. Por eso nos estamos viendo en penurias cuando llueve.

Por otra parte, los puentes que están en el los arroyos que cruzan la ciudad, tanto de Colima, como en Villa de Álvarez y en otros sitios, requieren de revisiones y mantenimiento. Ninguna autoridad municipal ha volteado a verlos. Son puentes viejos que ya están dando lo último. Excepción esta, del puente de la calle 16 de septiembre que se lo llevó el río, y siendo presidente municipal Federico Rangel, lo construyó. Esperamos que esté bien hecho y aguante las embestidas de corrientes del Río Colima. Como el puente conocido como el de la Salud, que por poco se cae.

La constitución confiere competencia a los gobiernos municipales de la ciudad de colima, para el ordenamiento territorial, uso, y control del suelo, así como regular el uso de las riberas y lechos de ríos.

Por último, ahora que la presidente municipal dice que no; pero sí quiere reelegirse, tiene una buena oportunidad para que el pueblo la apoyo en las urnas, si se mete de lleno a solucionar el problema del Río Colima, y que para la siguiente temporada de lluvias no redame ni una gota. En ese sentido, la señora presidenta ganaría la presidencia con la mano en cintura, y sin hacer campaña ni falsas promesas. Es todo por hoy.