Rejuvenece 10 años tras vivir 100 días en agua



Un insólito experimento llevado a cabo por Joe Dituri, profesor de la Universidad del Sur de Florida, ha generado asombro en la comunidad científica. Durante 100 días, Dituri, conocido como “Dr. Deep Sea”, vivió en un hábitat submarino a nueve metros de profundidad en el Jules’ Undersea Lodge de Cayo Largo, Florida. El objetivo: estudiar los efectos de un entorno extremo, confinado y aislante en el cuerpo humano, simulando las condiciones de un viaje espacial de larga duración.
Al concluir el experimento, Dituri aseguró que su cuerpo experimentó un rejuvenecimiento biológico notable. “Mi edad biológica pasó de 44 años a 34 al salir del agua,” declaró. Este cambio fue medido a través del alargamiento de los telómeros, estructuras de los cromosomas que están asociadas con la longevidad. Además, los análisis de sangre mostraron una reducción del 50 % en los marcadores de inflamación, un indicador de mejora general en la salud.
Durante su estancia en la habitación de 30 metros cuadrados, Dituri enfrentó las implicaciones de vivir bajo presión constante, hasta siete veces mayor que la de la superficie. Este efecto comprimió su cuerpo, reduciendo su estatura en casi dos centímetros, aunque volvió a la normalidad tras regresar a tierra firme.
“No solo descubrimos beneficios, también hubo inconvenientes. Pero los aprendizajes sobre cómo el cuerpo humano responde a estos entornos son fundamentales si queremos expandir nuestra presencia más allá del planeta,” explicó Dituri en un video de TikTok.
Un paso hacia la exploración interplanetaria
El experimento Neptune 100 forma parte de un esfuerzo más amplio para entender cómo los humanos pueden adaptarse a entornos extremos, ya sea en las profundidades del océano o en el espacio exterior. Durante los 100 días, Dituri fue monitoreado por psicólogos y psiquiatras, quienes analizaron el impacto mental y físico de la experiencia.
Lecciones para el futuro
Aunque los resultados iniciales son prometedores, Dituri subrayó que se necesitan más estudios para comprender a fondo los efectos a largo plazo de la vida en condiciones extremas. Su experiencia ofrece un vistazo a cómo podría ser la adaptación humana a otros planetas y refuerza la importancia de la investigación interdisciplinaria en la búsqueda de soluciones para futuros desafíos espaciales y médicos.