Teodoro de San Buenaventura
Salud, felicidad, paz y armonía usted disfrutará si retira de su mente la ira, discordia, soberbia, odios y rencores.
Sant. Kirpal Singh, en su libro “La rueda de la vida”, ilustra nuestra consciencia con su profundo análisis sobre la Ley del Karma, ley de causa y efecto, que Cristo nos describe lacónicamente al decirnos: “Lo que el hombre siembra, eso mismo segará”.
Ante esta ineludible ley, Kirpal nos a conocer tres caminos de oro para aminorar sus efectos o evitarla: 1.- Ubicarse en el centro del péndulo con una altura mayor de tipo espiritual, sin apartarse jamás de la Ley del Amor. 2.- Pensar tantito antes de toda palabra y obra, ver su grado de positividad, sin olvidar jamás que “todo lo que daña, nos daña”. Que “quien no vive para servir, no sirve para vivir”. San Pablo nos aconseja: “Sed bueno y practica el bien”. “Quien mal hace, bien no espere”. 3.- Los actos buenos y malos, en reencarnaciones de nuestra alma en cuerpos humanos, influyen en el destino de nuestra vida presente. Si hoy pensamos, hablamos y obramos sin apartarnos de la gracia de Dios, la próxima reencarnación será de dicha, salud y felicidad. Si acrecentamos el esmero en no caer en pecado, el Tribunal del Karma liberará nuestro ente divinal de más reencarnaciones en el plano físico o material, siendo guiados hacia el plano divino al lado del Padre, dotándonos de un cuerpo etéreo de luz y una morada de la más preciosa arquitectura.
Dios nos creó para servir y hacer felices a todos los seres con vida y exterminar lo que nos daña (microbios y garrapatas).
Todos somos arquitectos de nuestro propio destino. Transitemos el estrecho camino. Amén.
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