En momentos en los que Estados Unidos ha desplegado su fuerza letal para atacar supuestos cargamentos de droga en otras regiones del continente – como el barco venezolano que derivó en el Caribe – México llegó a un entendimiento con el vecino país en materia de seguridad, con respeto a la soberanía e integridad territorial.
Ayer la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, acordaron en Palacio Nacional establecer el programa de cooperación sobre seguridad fronteriza y aplicación de la ley, tras varios meses de trabajo.
“Está basado en cuatro ejes: reciprocidad; respeto a la soberanía e integridad territorial; responsabilidad compartida y diferenciada, así como confianza mutua”, detalló la mandataria en sus redes sociales.
En las mesas de trabajo para lograr este entendimiento -las cuales se pusieron en marcha a finales de febrero-, Estados Unidos solicitó una intervención de sus fuerzas armadas en nuestro país, a lo que la presidenta Sheinbaum y el gobierno de México nunca accedieron.
“Ellos planteaban mayor intervención en nuestro país, y nosotros dijimos que no”, subrayó Sheinbaum en la mañanera del 29 de agosto.
Como parte del recién acordado programa, ambos gobiernos crearon un grupo de alto nivel que dará seguimiento a las acciones “específicas e inmediatas” que se efectuarán contra los cárteles de la droga, para fortalecer la seguridad fronteriza, prevenir el robo de combustible y detener el flujo de armas.
En un comunicado conjunto entre ambos países, se precisó que este grupo revisará el cumplimiento de los compromisos mutuos y las acciones tomadas “dentro de sus propios países”.
“Los dos gobiernos han establecido un grupo de implementación de alto nivel que se reunirá regularmente para dar seguimiento a los compromisos mutuos y las acciones tomadas dentro de sus propios países, incluyendo medidas para contrarrestar a los cárteles, fortalecer la seguridad fronteriza, eliminar los túneles fronterizos clandestinos, abordar los flujos financieros ilícitos, mejorar la colaboración para prevenir el robo de combustible, incrementar las inspecciones, investigaciones y procesos judiciales para detener el flujo de drogas y armas”, apuntó el documento, el cual fue leído por el canciller Juan Ramón de la Fuente en una conferencia posterior al encuentro.
