Leyendas de la Armada
El contacto de Johansson con el capitán Porter ocurrió cuando el jefe de la escuadrilla ordenó calafatear los bergantines ‘Bravo’, ‘Hermon’, y ‘Victoria’, así como la fragata ‘Libertad, para tenerlos en condición de combate. Se trabajaba apresuradamente convirtiendo en buque de guerra a ‘La Esmeralda’, un mercante capturado por aquella flotilla. La experiencia en el calafateo, su disciplina marinera y la buena puntería que Johansson había demostrado con los holandeses, y durante su estancia en San Bartolomé, fueron la carta de presentación ante el teniente David Henry Porter, comandante de ‘La Esmeralda’, y sobrino del capitán David Porter; desde entonces, el corpulento sueco formó parte de la tripulación, ganándose la confianza del joven teniente, a quien llegó a servir como guardaespaldas.