El presidente de EE.UU. busca igualar los impuestos que otros países aplican a las importaciones, desatando posibles tensiones comerciales.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves su plan para imponer aranceles recíprocos, una medida que busca equilibrar los impuestos que otros países aplican a productos estadounidenses.
“He decidido, por el principio de la igualdad, que voy a cobrar un arancel recíproco”, declaró Trump desde la Oficina Oval. “Es justo para todos. Ningún otro país se puede quejar”, agregó.
El plan de Trump establece que cada país será evaluado individualmente, según informó su jefe del Departamento de Comercio. Además, el presidente advirtió que no permitirá que las mercancías sean desviadas a través de terceros países para evadir los aranceles.
Trump también mencionó que los países con un impuesto sobre el valor añadido (IVA) deberán considerar este sistema como un arancel, lo que podría generar conflictos con varias economías.
El presidente reconoció que la aplicación de estos aranceles recíprocos podría provocar aumentos en los precios, aunque confía en que estos bajen con el tiempo.
Su administración justificó la medida como una forma de nivelar el terreno de juego en el comercio internacional y fomentar la producción nacional. Sin embargo, analistas advierten que esta política podría intensificar disputas comerciales con aliados y rivales de EE.UU.