Durante un reciente salvamento arqueológico realizado en el centro histórico de Tecamachalco, en Puebla, las arqueólogas independientes Alicia Torres Porras y Leslie Cruz García identificaron un depósito cultural con abundantes elementos cerámicos asociados a la vida cotidiana del periodo prehispánico y colonial, entre los que destacan fragmentos de vajillas ubicadas en el Parque Juárez, en el zócalo municipal.
Así lo informó ayer un reporte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en que explicó que, en las inmediaciones de la estatua de sor Juana Inés de la Cruz, también hallaron dos fosas circulares excavadas en el tepetate, donde encontraron restos de ceniza, fragmentos de metate, cerámica, figurillas, navajillas de obsidiana y sonajas esféricas estucadas que debieron pertenecer a los popolocas, grupo indígena del sur de Puebla.
Al respecto, las investigadoras detallaron que los materiales hallados debieron pertenecer a un área doméstica exterior, probablemente a un patio.
En la exploración también hallaron un caño de piedra, una red hidráulica hecha con tubería de cerámica, de 15 centímetros de diámetro, que recorre el parque de norte a sur, y una escalinata de cantera construida, que data del siglo XIX.
La relevancia de estos hallazgos, detalló Martha Adriana Sáenz, investigadora auxiliar del Centro INAH Puebla, “reside en que no se contaba con estudios arqueológicos concernientes a la ocupación prehispánica en esta área urbana, por lo que la preservación de testimonios materiales del pasado reconoce la profundidad histórica de la localidad”.
Y destacó que Tecamachalco es un territorio ubicado entre el Altiplano Central y Oaxaca, “pero los contextos prehispánicos hallados en el zócalo hablan de los primeros asentamientos humanos bajo la ciudad actual, que corresponden a pequeñas aldeas agrícolas”.