Con Gustavo surge idea de la Regasificadora: “Nacho”


Carlos Valdez Ramírez.-

Hablar del trabajo de “Nacho” Peralta y su gestión administrativa en el estado de Colima, no puede soslayarse su invaluable participación en el proyecto de la Regasificadora, obra que planeó con el objetivo de repotenciar a la termoeléctrica y con ello eliminar los más de 230 mil toneladas de contaminantes que generaba al año.

En entrevista exclusiva a EL NOTICIERO DE MANZANILLO, “Nacho” Peralta, nos relató cómo fue que el proyecto inició hace 10 años durante un viaje que realizó a nuestro puerto con el entonces gobernador, Gustavo Vázquez Montes (q.e.p.d.), quienes al cruzar la caseta de Cuyutlán se percataron cómo de la chimenea de la Central Termoeléctrica se desprendía una nube de humo, al observarla se empezaron a cuestionar qué efectos nocivos tenía esa contaminación, no solamente en la salud pública (porque mucho de esos contaminantes terminan cayendo y son respirados por la población), sino también en los sectores turísticos y empresariales.

En ese sentido explicó que los efectos nocivos se estaban dando en el sector turístico, sobre todo la dificultad para atraer inversiones del sector empresarial, pues al ver la nube de humo decidían no invertir aquí.

“Era muy notorio el comentario que en el aquel entonces hacían los dueños del hotel Las Hadas, argumentando que en lo que más invertían era en pintura, pues tenían que estar pintando constantemente debido al hollín que se desprendía de la termoeléctrica que mantenía sucias las paredes”, dijo.

Fue en ese entonces cuando el gobernador Gustavo le cuestionó sobre qué se podía hacer en el tema, en ese momento al no tener una respuesta inmediata, “Nacho” tuvo que estudiar el tema. Derivado de ese comentario se empezó hacer un enorme trabajo para resolver el problema de la contaminación.

En mayo del 2004, Felipe Calderón Hinojosa, que fungía como secretario nacional de Energía, visitó a Colima y sobrevoló la termoeléctrica en helicóptero, al lado de Peralta, para poder tratar de percibir la magnitud del problema.

Calderón propuso que el problema se resolvería colocando filtros en la parte superior de cada una de las chimeneas, para que saliera a la atmósfera un producto filtrado y se quedara la contaminación adentro. La propuesta fue estudiada y se determinó que era absurda, -y agrega- no sé si lo hizo por falta de conciencia o conocimiento, dijo.

Después surgió como segunda opción la construcción de una regasificadora. Después de realizar una serie de pláticas con personal experimentado de la Comisión Federal de Electricidad, se comentó que esta era la solución real. Poder lograr que la Central Termoeléctrica pudiera generar electricidad a partir de la utilización de gas natural en lugar de combustóleo.

“Revisamos los índices e incluso leí un libro en esa época de un autor que se llama Lester R. Brown, en donde habla y dice que el metano o el gas natural es el único combustible fósil que se considera ecológico, donde las emisiones de dióxido de carbono son aquellas que están permitidas por el Protocolo de Kioto”, comentó.

Fue entonces cuando el proyecto ya tenía un punto de partida. Al hacer los análisis se explicó que la solución era generar energía eléctrica con base al metano, es decir gas natural y con ello olvidarse del combustóleo, el cual además era de mala calidad, al contar con altos niveles de azufre.

De esta manera se empezó a trabajar en la ubicación de la propia central; la primera alternativa era quitar los tanques que están en el malecón, donde está Pemex y poner ahí la regasificadora. Otra opción fue meter los buques por Ventanas y poner la regasificadora justo al lado de la central termoeléctrica, se empezaron a buscar diferentes ubicaciones dado que por el tamaño del puerto de San Pedrito no había espacio para poder usarlo.

La primera ubicación que se analizó con seriedad fue justo al lado de la Central Termoeléctrica, se pretendía meter los buques metaleros por el canal de Ventanas, en ese momento se dio por primera vez una dinámica en el municipio de consulta pública, para que los manzanillenses  avalaran si estaban de acuerdo de la ubicación de la regasificadora.

“Tuvimos que enfrentar una situación donde la gente manifestaba preocupaciones y peligros, me acuerdo bien que aquella vez el presidente municipal era el actual diputado federal Nabor Ochoa y que condujo con mucha responsabilidad lo que venía siendo una preocupación de la sociedad, por esa razón me di a la tarea de hacer una gira a medios, a diferentes grupos y asociaciones para explicar en qué consistía el proyecto”, dijo.

Ignacio Peralta explicó que Aciman fue una de las asociaciones que jugaron una participación importante y que se convirtió no solamente en un defensor si no en un impulsor del proyecto, logrando un convencimiento, donde la conclusión fue que la regasificadora era  aceptada siempre y cuando estuviera alejada del núcleo poblacional de la cabecera municipal.

Por tal motivo se volvieron hacer los análisis, encontrando en Tepalcates una zona viable; sin embargo, había fundamentalmente dos retos para lograrlo, en primer lugar era quitar el ferrocarril, porque en ese entonces el cruce pasaba por ahí, por esa razón se hizo el desvío ferroviario. El segundo gran reto fue la deficiencia eléctrica que existía, es decir, la central termoeléctrica necesita generar energía y quemar gas natural con el objetivo de generar mucho calor, además de necesitar un elemento térmico que permita enfriar ese calor.

“El gas natural está a menos 180 grados, entonces para poder hacer que este se convierta de su estado liquido a gaseoso, se necesita calor para que el superfrío se “descongele” y lograr que el gas natural se transforme a un estado volátil”, dijo al explicar que ese intercambio de temperaturas permite incrementar la eficiencia energética.

En tanto, más separadas estén las dos instalaciones (termo y regasificadora) la eficiencia se va perdiendo; sin embargo, se pudo realizar esa separación para satisfacer la preocupación de la población, sin que representara una disminución en la eficiencia energética.

Todo esto se analizó y se llegó a la conclusión de que era viable la regasificadora al lado del canal de Tepalcates. Antes de la implementación del proyecto, la Central Termoeléctrica Manzanillo no sólo estaba por concluir su vida útil, sino que operaba a 25 por ciento de su capacidad.

Durante la inauguración del Proyecto Integral Manzanillo, el presidente Felipe Calderón detalló que en el Proyecto Manzanillo, se invirtieron más de 34 mil millones de pesos, que incluye el rediseño y potenciación de la Central Termoeléctrica, para que opere con gas natural, combustible más eficiente y limpio. Luego, enlistó algunas obras que conforman el proyecto: La construcción de la Planta de Gas Natural Licuado de Cuyutlán, recibió una inversión privada de más de 9 mil millones de pesos; fue realizada por el corporativo KMS (conformado por las empresas Korea Gas Corporation, de Corea; Mitsui Company Limited, de Japón y Samsung Corporation, también de Corea), que incluye dos tanques de almacenamiento con tecnología avanzada para el manejo y procesamiento del gas natural; con capacidad de manejo de un volumen diario de 500 millones de pies cúbicos de gas y abastece a la Central Eléctrica de Manzanillo y a las centrales que tiene la Comisión Federal de Electricidad en Jalisco.

Korea Gas Corporation tiene a su cargo la operación de la Terminal; la empresa Samsung, que se responsabilizó de la construcción de los edificios de la Terminal y estaciones eléctricas; mientras que la empresa Mitsui, construyó el muelle y tuberías, apoyada por la empresa japonesa TOA Corporation.

Para transportar gas licuado con eficiencia y seguridad, se ampliaron las escolleras a cerca de 400 metros cada una, así como la distancia entre ellas a más de medio kilómetro. Además, se realizaron trabajos para ampliar el tamaño natural del Canal de Tepalcates.

Cabe destacar el desvío ferroviario y el desvío de la carretera Campos-Colima. Las obras implicaron una inversión superior a los tres mil millones de pesos y potencian la competitividad de la zona.

Además de la construcción de un gasoducto para transportar gas natural que recorre, en un primer momento seis 6 kilómetros para llevar el gas natural a la Central Termoeléctrica de Manzanillo y luego se extiende por más de 300 kilómetros para llegar hasta Guadalajara.

Finalmente, la repotenciación de la Central Termoeléctrica de Manzanillo que se logró con una inversión de más de 13 mil millones de pesos, las obras elevarán la capacidad de producción de energía de dicha central en casi 800 megawatts, lo que se traduce en más energía, limpia y a menores precios.